La adolescente de 16 años que el jueves por la tarde cayó desde un quinto piso en Palma falleció horas después en el hospital Son Espases. La menor no pudo recuperarse de las gravísimas lesiones sufridas al precipitarse al vacío desde unos 15 metros de altura. La Policía Nacional tiene la certeza de que se arrojó voluntariamente y trata ahora de averiguar por qué.
El grupo de Homicidios ha asumido las pesquisas sobre el caso. No existe ningún indicio de que la joven estuviera sufriendo episodios de acoso escolar o fuera víctima de situaciones de malos tratos en el ámbito familiar. Entre los efectos encontrados por los investigadores figura una nota en la que la adolescente explicaba su decisión y apuntaba a otras motivaciones personales.
La Policía, sin embargo, mantiene abiertas las pesquisas y ayer continuaba realizando gestiones para cerrar definitivamente el caso. Los agentes tenían previsto entrevistarse con personas del entorno familiar y escolar de la adolescente, que cursaba estudios de cuarto de ESO en un centro de Palma. Además, un juzgado de la ciudad ha abierto diligencias sobre el fallecimiento de la menor.
Los hechos ocurrieron anteayer en la barriada palmesana de Son Gotleu, cuando varias llamadas alertaron de que una joven estaba malherida. Al lugar, en la confluencia de las calles Sant Rafael y Sant Dàmas, acudieron de inmediato una UVI móvil del 061 y patrullas de la Policía Local de Palma y el Cuerpo Nacional de Policía. La víctima presentaba varios traumatismos muy graves, especialmente en la cabeza, y estaba inconsciente y en parada cardiorrespiratoria.
Los efectivos sanitarios consiguieron que recuperara las constantes vitales tras practicarle maniobras de reanimación en el lugar durante varios minutos. La Policía Local puso en marcha una alerta verde, un operativo especial para abrir paso a la ambulancia en su recorrido hasta el hospital. La menor ingresó en Son Espases en estado crítico y ayer de madrugada falleció, según confirmaron fuentes policiales. El óbito fue comunicado al juzgado de guardia de Palma. La Policía Nacional asumió la investigación y ya en la primera inspección ocular del lugar en el que ocurrieron los hechos no encontró ningún indicio de criminalidad.
