Un juzgado penal de Palma condenó ayer a dos hombres a un año de prisión y a siete meses, respectivamente, por traficar con drogas en la isla después de que la Policía Nacional les interviniese 462 plantas de marihuana en un sofisticado invernadero ubicado en una finca en la urbanización es Pinaret, en Marratxí, en el verano de 2014.

El inmueble disponía de avanzados sistemas de iluminación, riego, temporizadores y humificadores para potenciar el crecimiento del cannabis sativa. Cuando los investigadores registraron la vivienda, descubrieron los estupefacientes y los aprehendieron. La marihuana incautada arrojó un peso de nueve kilos y medio y está valorada en 44.576 euros. Según la versión de la fiscalía, las plantas intervenidas se encontraban ya en la última fase de crecimiento listas para su cosecha y posterior distribución.

Uno de los imputados, de 32 años, se dedicaba al cuidado y cultivo del cannabis sativa desde fechas próximas al 1 de junio de 2014. De hecho, el sospechoso residía en uno de los inmuebles de la finca en la urbanización es Pinaret, en Marratxí, y desde allí se encargaba de vigilar la plantación de marihuana a cambio de 200 euros al mes. Mientras, en el otro inmueble funcionaba el invernadero completamente equipado con todo tipo de aparatos de iluminación y refrigeración.

Este acusado confesó ayer los hechos ante la sala y se conformó con una pena de siete meses de cárcel y una multa de 6.000 euros como autor responsable de un delito contra la salud pública. Inicialmente, el fiscal solicitaba para él una condena de dos años de prisión, pero ayer rebajó su petición al apreciar la circunstancia atenuante de toxifrenia como muy cualificada. Según su tesis, el hombre, en la fecha en la que ocurrieron los hechos, se encontraba con sus facultades mermadas por el consumo y la adicción a sustancias estupefacientes.

Ayer al mediodía, el imputado admitió los cargos a través de videoconferencia. Tras su declaración autoinculpatoria, la magistrada del juzgado de lo penal número 6 de Palma dictó sentencia ´in voce´ contra él. Le impuso siete meses de prisión, una multa y le absolvió del delito de defraudación de fluido eléctrico del que estaba acusado por tener conectado el invernadero de forma fraudulenta a la red eléctrica.

Segundo sospechoso

El segundo acusado, de 31 años, también reconoció los hechos durante el juicio. El hombre controlaba y supervisaba la plantación de cannabis sativa de Marratxí. Según la fiscalía, había autorizado al primer encausado a poder utilizar la vivienda en la que se hallaba instalado el invernadero bajo la apariencia de un contrato de arrendamiento. De hecho, este sospechoso habitaba otra vivienda dentro de la misma urbanización es Pinaret.

La magistrada le condenó ayer a un año de cárcel, que se le sustituye por una multa de dos años con una cuota diaria de seis euros, además de imponerle otra multa de 10.860 euros por un delito contra la salud pública. Por su parte, fue absuelto de defraudación de fluido eléctrico.

Una tercera encausada acabó absuelta al retirar el fiscal todos los cargos contra ella. La Policía desmanteló el invernadero en el verano de 2014 y se incautó de 462 plantas de marihuana valoradas en más de 44.500 euros. La instalación descubierta por los agentes contaba con lámparas y focos de luz, temporizadores, higrómetros para medir la humedad, extractores y aires acondicionados.