Un hombre de 49 años, Francisco José R.M., murió ayer al ceder las paredes de un pozo de unos nueve metros que estaba excavando en Felanitx. La víctima trabajaba en una finca familiar con un martillo eléctrico y quedó sepultada bajo la tierra. Los bomberos tardaron algo más de una hora en poder rescatar el cuerpo, tras lo que solo pudo confirmarse el fallecimiento. La Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido.

Los hechos ocurrieron poco antes de las cinco menos cuarto de la tarde en una finca agrícola situada en la calle Castell, a las afueras de la localidad. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias de que un hombre había quedado sepultado al caerle encima una gran cantidad de tierra. Al lugar acudieron de inmediato patrullas de la Policía Local de Felanitx y la Guardia Civil, así como dotaciones de los Bombers de Mallorca.

Los equipos de rescate iniciaron los trabajos para liberar a la víctima, una labor complicada al desconocerse el punto exacto en el que se encontraba. Los bomberos trabajaron a marchas forzadas para tratar de extraer al hombre con vida, pero cuando lograron dar con él y liberarlo ya había fallecido.

El óbito fue comunicado al juzgado de guardia de Manacor y el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma, donde estaba previsto que en las próximas horas se practique la autopsia.

Las pesquisas de la Guardia Civil permitieron averiguar que la víctima estaba excavando el pozo junto a su hijo, quien al parecer presenció el derrumbe y dio la voz de alarma. Según las primeras investigaciones, el hombre trabajaba con un martillo eléctrico cuando la parte superior del pozo se desprendió, cayó sobre la víctima y la arrastró varios metros más. Los agentes intentaban aclarar por qué cedió la pared.