La investigación de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) sobre el accidente en el que un conductor falleció el pasado jueves al ser arrollado por un tren en Palma achaca la responsabilidad al maquinista por circular a una velocidad excesiva. El conseller de Movilidad, Joan Boned, afirmó ayer que el convoy llegó al lugar del siniestro a 53 kilómetros por hora, "muy superior a la marcha moderada" que se le indicó "como establece el protocolo" tras sufrir una parada por un problema en la vía. Boned reconoció que las barreras del paso a nivel estaban subidas, pero negó que el siniestro sea atribuible a un mal funcionamiento de este dispositivo.

Aunque tanto el conseller como el gerente de SFM, Mateu Capellà, evitaron señalar directamente al maquinista y apelaron a la investigación judicial para determinar responsabilidades, todos los datos que ofrecieron apuntan hacia el trabajador. Según explicaron, el convoy salió de Palma y no tenía prevista ninguna parada hasta Marratxí. Sin embargo, el tren se detuvo durante cinco minutos en las inmediaciones de Son Rullan para llevar a cabo una comprobación en las agujas de la vía, una incidencia "habitual". Ante esta alteración del itinerario previsto, cuando el maquinista reanudó la marcha se le ordenó circular hasta el paso a nivel a una velocidad muy lenta para poder controlar el convoy ante cualquier incidencia y tener capacidad de frenar totalmente, como fija el protocolo para estas situaciones. Este contratiempo provoca que el semáforo para el maquinista antes del paso a nivel pase de rojo a negro, una situación ante la que debe "extremar la precaución", precisó Capellà.

Boned señaló que no hay un límite de velocidad para estos casos, sino que se establece "una marcha lo suficientemente moderada como para permitir parar el tren". Según indicó el conseller, la caja negra ha revelado que el convoy circulaba a 53 kilómetros por hora cuando arrolló el coche de la víctima. "Es muy superior a la marcha moderada. No era la velocidad que debía llevar el tren. Es una situación que depende del maquinista, porque es quien tiene el control visual", sentenció. Además, agregó que el convoy recorrió unos 100 metros tras accionar el freno por la colisión con el turismo, lo que evidenciaría el exceso de velocidad. Los dirigentes de SFM indicaron que deberá ser la investigación judicial la que determine los motivos y las responsabilidades derivadas de esta "irregularidad" y aseguró que no disponen de toda la información necesaria, como la declaración del maquinista, "para llegar a la conclusión de que se debió a un error humano".

Con estas explicaciones, el conseller afirmó que el accidente "no es imputable" a un fallo en las barreras del paso a nivel. "Los testigos dicen que la barrera estaba levantada y es cierto. Pero no es una situación provocada por su mal funcionamiento, sino por la alteración del itinerario previsto". Capellà apuntó que el sistema detectó la llegada del tren en un punto anterior y que las barreras habían empezado a bajar, como muestran las imágenes de las cámaras de seguridad. Fue la llegada prematura del tren a ese punto por su "velocidad superior" a la establecida lo que provocó que las barreras todavía estuvieran altas y el coche cruzara el paso a nivel.

Boned hizo un llamamiento a la calma y descartó que el lugar donde se produjo el siniestro sea peligroso. "Hace más de 20 años que pasan trenes por esa zona. Cada día circulan por allí 203 y es el primer incidente grave", afirmó. El conseller, sin embargo, aseguró que "si se detecta algún fallo, se analizarán las medidas a tomar para que no vuelva a pasar".

La Policía Nacional ha recibido ya la información recabada por SFM y el atestado sobre el siniestro elaborado por la Policía Local de Palma, según el cual hubo fallos en el sistema de alertas al maquinista de que la barrera estaba abierta.