La Policía Nacional ha detenido esta semana a una ciudadana china por favorecer la inmigración ilegal y falsedad documental por dedicarse presuntamente a elaborar contratos laborales falsos en una gestoría de Palma para que otros compatriotas regularizaran su situación en el país y obtuvieran el certificado de residencia. Hay al menos 15 afectados que pagaban entre 500 y 2000 euros por la documentación fraudulenta en la que se hacía constar que trabajaban como empleados del hogar. Ayer al mediodía, la arrestada quedó en libertad por orden judicial.