Un hombre de 79 años murió ayer al ser arrollado su coche por un tren cuando cruzaba un paso a nivel junto a la estación de Verge de Lluc, en Palma. Las primeras investigaciones apuntan a que las barreras de seguridad no bajaron para alertar a los conductores de la llegada del convoy, como aseguraron varios testigos a la Policía. Un fallo que, según vecinos de la zona, venía produciéndose desde hace algunas semanas. La Policía y Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) examinarán las grabaciones de dos cámaras instaladas en el cruce y el sistema de barreras para confirmar esta hipótesis. El siniestro obligó a interrumpir el tráfico ferroviario durante algo más de dos horas.

El accidente tuvo lugar al filo del mediodía en un paso a nivel con barreras en el camino de So na Dolça. La víctima se dirigía hacia la calle Aragón en un Seat Ibiza y cruzó las vías al paso de un tren con destino a Manacor. El convoy arrolló el turismo y lo arrastró unos 50 metros hasta que el maquinista logró frenar por completo. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias y al lugar acudieron dotaciones de los Bombers de Palma, patrullas de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía, ambulancias y personal de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM).

Los efectivos sanitarios comprobaron que el conductor del turismo, identificado como Nicolás L.R., de 79 años, había fallecido en la colisión. El maquinista quedó muy impactado y fue trasladado a un centro médico para ser atendido. Los pasajeros del tren, todos ilesos, fueron evacuados y el tráfico ferroviario quedó suspendido, por lo que SFM ofreció un servicio alternativo de autobuses a los afectados.

Fallo en las barreras

La Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía pusieron en marcha una investigación conjunta para aclarar en qué circunstancias se produjo el siniestro. Agentes de la Policía Científica y el grupo de Homicidios examinaron la escena y tomaron declaración a varios testigos, que coincidieron en señalar que cuando la víctima entró en el paso a nivel las barreras estaban subidas. Así, las primeras pesquisas apuntan a que un fallo en este sistema de seguridad propició que el coche cruzara las vías pese a la inminente llegada del convoy. Los agentes comprobaron que el cruce está vigilado por dos cámaras, cuya grabación estaban a la espera de examinar junto a la caja negra del tren para avanzar en la investigación.

Tras la retirada del cadáver, del coche y del tren -trasladado a los talleres para reparar los daños- el cruce fue reabierto al tráfico y la circulación de trenes quedó normalizada a las dos de la tarde.