'Zarpas' es un labrador golden retriever que en la madrugada del jueves al viernes pasado sufrió el más cruel y cobarde ataque que un ser humano puede propinar a un perro indefenso: recibió once puñaladas que le dejaron muy malherido, y de las que poco a poco se está recuperando. El suceso ocurrió en la finca que la asociación canina Murcia Dog tiene en La Alberca, y en la cual se dedica a adiestrar a canes para operaciones de rescate.

Su compañero, un pastor de línea checa, de color negro, llamado 'Kazan', tuvo más suerte y, aunque fue secuestrado, finalmente lo dejaron libre y lo encontró un vecino en el término municipal de Roldán, que lo cuidó hasta que pudo contactar con su dueño. Esto ocurrió finalmente el lunes.

Además de herir a un perro y llevarse a otro, los asaltantes destrozaron las oficinas y sustrajeron el material de adiestramiento que se utiliza en la asociación. Agentes de la policía judicial de la Policía Nacional están investigando el suceso.

«Estoy destrozado; no deseo a nadie que pase por la angustia que mi socio y yo y nuestras respectivas familias hemos vivido estos días», relata José Joaquín Casáu, propietario de los dos perros.

«Al atacar a 'Zarpas', y con ese ensañamiento, han agredido, no ya a mi perro, sino a mi buque insignia, a mi compañero, con el que fundé hace 9 años la Unidad Canina de perros de rescate de Protección Civil del ayuntamiento de Murcia; entonces él sólo tenía 41 días», recuerda Casáu.

La última misión de 'Zarpas' fue participar en la búsqueda de posibles víctimas entre los escombros tras el terremoto de Lorca, ocurrido en 2011.

«Lo han matado en vida; no tengo ni idea cómo va a quedar psicológicamente y voy a tener que empezar a trabajar de cero con él», apunta el adiestrador, quien añade que no tiene claro si será capaz de interrelacionarse con las personas. «O se vuelve agresivo o no se vuelve a acercar a un ser humano», argumenta.

Los investigadores no se explican cómo el perro no atacó a quienes le agredieron, que, por otra parte, «nos comentaron que demuestra mucha ira y rabia hacia los propietarios, pese a que lo ha pagado el perro», indica Casáu.

Por lo que respecta a 'Kazán', el adiestrador explica que se lo llevaron y lo abandonaron en un paraje del municipio de Roldán, cerca de la autovía, según ha explicado quien lo encontró. «Estamos seguros de que la intención era que lo atropellara un coche», apunta el otro socio de Murcia Dog, Francisco José Velasco.

Casáu tiene un tercer perro, que salió indemne en el suceso.

«Una vez termine la investigación y podamos saber quiénes han sido los autores, presentaremos una querella criminal, porque la nueva ley así lo permite», explican los socios que añaden que no estarán solos porque ya se han mostrado interesados en el caso sociedades protectoras de animales, que también se presentarán como acusación particular.