Un policía nacional que acudió al lugar del crimen recordó que encontró al imputado nervioso, agitado y que decía en castellano "le he pegado, le he pegado". Según su versión, el sospechoso estaba "entero", "de pie", consciente, orientado y respondía a sus indicaciones. El resto de agentes coincidieron ayer al señalar que Jan W. estaba colaborador, no agresivo y orientado. "No se tambaleaba, pero olía a alcohol", recordó una investigadora. El presunto homicida presentaba cortes superficiales encima de una ceja, en la nariz y una escoriación en la mano. Sin embargo, los policías destacaron que la víctima tenía lesiones aparatosas en la cara, sangraba y en el pecho presentaba 6 heridas, 4 paralelas y 2 perpendiculares, con la marca de un objeto alargado como una barra. En la barra incautada, hallaron sangre del fallecido y del acusado.