Los padres de los tres adolescentes detenidos tras la persecución denunciaron horas después en el juzgado de guardia de Palma que los menores habían sido agredidos por los policías. Los adolescentes sostienen que los tiraron al suelo, les propinaron patadas, golpes y collejas. Dos de ellos aportaron partes de lesiones elaborados por los facultativos que los atendieron en Son Espases tras su arresto.
Según su declaración, las patrullas de la Policía Nacional que iban tras ellos intentaron sacarlos de la carretera varias veces durante la persecución. Además, los agentes dispararon "tres tiros" para que el conductor se detuviera. Siempre según la versión de los sospechosos, los policías les sacaron a la fuerza de la furgoneta y les pegaron patadas por todo el cuerpo mientras les insultaban, una vez estaban ya esposados. Uno de los menores sostiene que lo tiraron al suelo y un agente le pisó la cabeza, tras lo que otros seis funcionarios se abalanzaron sobre él y le dieron patadas. Este acusado explicó también que un coche de policía que llegó al lugar arrolló a uno de los funcionarios, acusándoles después de haberle golpeado.
En las declaraciones judiciales realizadas por sus padres ante el juez, los menores aseguraron que fueron agredidos durante su traslado a la comisaría y que una vez en Son Espases, donde relataron las supuestas agresiones policiales, los agentes les dijeron que deberían haber dicho que las lesiones eran fruto de una caída. Según su versión, los policías continuaron dándoles golpes y collejas cuando volvieron a las dependencias policiales tras ser atendidos en Son Espases.
