La Audiencia de Palma suspendió ayer un juicio por narcotráfico contra ocho acusados de un clan de Son Banya después de que una de las imputadas se pusiera de parto horas antes. La sala debía enjuiciar a varios miembros de Los Valencianos y El Cabrero por presuntamente dedicarse a vender cocaína, heroína y marihuana a mediados de 2010 en diversas casas de la calle 4 del poblado. Los ocho sospechosos se enfrentan a una petición de pena total de 37 años de prisión por parte de la fiscalía por delitos contra la salud pública. Ayer, seis de ellos comparecieron ante el tribunal de la sección primera, pero la vista oral no pudo celebrarse porque otra mujer encausada acababa de dar a luz.

Uno de los abogados defensores pidió que el juicio se suspendiera debido a que su representada se había puesto de parto ese mismo día y se hallaba ingresada en el hospital de Son Llàtzer. El fiscal antidroga de Balears, Julio Cano, no se opuso a la solicitud del letrado y finalmente la sala acordó que la vista fuera aplazada. Así, la sección primera señaló una nueva fecha para la celebración del juicio y citó a los presentes para los próximos días 7, 8, 9 y 10 de marzo de 2016.

El grupo de presuntos narcotraficantes fue desarticulado el pasado 12 de noviembre de 2010 en el marco de la denominada operación ´Occidente´ cuando un centenar de agentes de la Policía Nacional irrumpió y tomó Son Banya. Los investigadores de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) efectuaron una decena de registros en viviendas y anexos del poblado, prácticamente todas ellas en la calle 4, que estaban bajo el control de los encausados. De esta manera, desmantelaron media docena de puntos de venta de estupefacientes. El operativo se saldó con la incautación de más de un kilo de cocaína, numerosas papelinas de heroína, cocaína en roca de gran pureza y más de 335.000 euros en metálico.

Según la fiscalía, los imputados, entre los meses de mayo y noviembre de 2010, se dedicaron a distribuir y vender drogas entre terceras personas consumidoras de estas sustancias. Los sospechosos trapicheaban tanto directamente como utilizaban a personas que se hallaban en una precaria situación económica o en situación irregular en España, a las que proporcionaban un pequeño salario para que estas traficaran. Para llevar a cabo esta ilícita actividad, el clan disponía de varias casas en la calle 4 de Son Banya.

En un registro en una vivienda que supuestamente controlaba el principal acusado, para el que el fiscal pide seis años de cárcel, la Policía encontró más de medio kilo de cocaína, la misma sustancia en roca y 322.240 euros en efectivo procedente de la actividad del narcotráfico, según el fiscal.