Agentes de la Policía Local de Palma esperaron pacientemente a que el maltratador se personara en el domicilio de su expareja. Una orden judicial le prohibía aproximarse al domicilio de la víctima. Nada más apearse del vehículo, los funcionarios detuvieron al hombre, de 42 años, por un presunto quebrantamiento del mandamiento del juez.

Los hechos se produjeron sobre las siete y media del martes en un domicilio de Palma. La Policía Local tenía conocimiento de que un maltratador se había presentado en el domicilio de su expareja pese a que un mandamiento judicial se lo impedía.

Al tener constancia de que los dos hijos de la pareja residían en la vivienda, los agentes llamaron por teléfono a la mujer para evitar realizar el arresto en presencia de los menores. Sin embargo, la víctima colgó bruscamente y zanjó la conversación.

Efectivos de la Unitat d'Intervenció Immediata (UII) de la Policía Local se desplazaron al domicilio para realizar la detención. Los agentes le preguntaron a los dos menores, de 14 y 10 años, por su padre. Los niños indicaron que su progenitor se había ido al médico y su madre de compras.

Así, los agentes de la UII esperaron a que el maltratador llegara al domicilio conduciendo su coche. Nada más apearse del turismo, los agentes le detuvieron por vulnerar la orden judicial de alejamiento. La mujer explicó a los policías su comportamiento al teléfono. "Me dijo que me iba a matar si le lo llevaban detenido".