La Policía Nacional encontró alrededor de 80 kilos de hachís en una vivienda de Palma a la que acudió tras recibir el aviso de que había una persona muerta. El grupo de Estupefacientes está investigando la procedencia del alijo, que se incautó el pasado domingo por la tarde después de realizar una inspección ocular en la casa con el fin de averiguar las causas del fallecimiento.

Los primeros que acudieron fueron los agentes del grupo de Homicidios, que se desplazaron al piso de la calle Pina número 11, en el barrio palmesano del Rafal, después de recibir la llamada de los propietarios del inmueble, quienes encontraron muerta a su inquilina, una joven que parece que llevaba varios días sin vida en su dormitorio.

Tras el análisis de la vivienda, los policías del Cuerpo Nacional descartaron la intervención de terceras personas en el óbito, aunque sospecharon que había hachís escondido en el lugar, por lo que solicitaron una orden de entrada y registro al juzgado de instrucción número 9, que fue concedida de inmediato por el juez de guardia.

Los agentes especializados en estupefacientes encontraron una enorme cantidad de droga, unos 80 kilos, escondida en maletas. Además de la fallecida, en dicho piso residían otras personas, por lo que fueron interrogadas y ayer la Policía Nacional continuaba con las investigaciones respecto al origen de dicho hachís, que fue trasladado a las dependencias centrales del Cuerpo, en la calle Simó Ballester.

El hallazgo de esta sustancia derivada del cáñamo fue casual, debido a la llamada de los dueños de la vivienda al encontrarse a su inquilina fallecida por causas que se están analizando. De todos modos, al descartar la Policía Nacional el homicidio como la causa de la muerte, el caso está ahora en manos del grupo de Estupefacientes.