El caso de las torturas a un joven detenido en el cuartel de Sant Ferran, agresiones que fueron grabadas por una cámara de videovigilancia en mayo de 2011, sigue abierto. Hace unos días declaró como imputado en los juzgados de Vía Alemania un policía local de Palma por su presunta participación en los hechos. Se trata del quinto sospechoso, después de que la Audiencia Provincial condenara a dos oficiales y dos agentes del citado cuerpo policial por torturar al arrestado mientras estaba esposado a un banco en los calabozos del cuartel. El tribunal impuso un año y medio de prisión y otros tres de inhabilitación al autor material de la agresión por un delito contra la integridad moral después de haber pateado en la cabeza a la víctima. Mientras, los otros tres acusados fueron sentenciados a un año de cárcel por permitir y tolerar los golpes y no haber hecho nada por evitarlos.

Un quinto implicado, otro agente de la Policía Local de Palma que también aparece, junto con sus compañeros, en el vídeo que filmó las torturas en Sant Ferran y que se convirtió en la prueba de cargo fundamental del procedimiento, compareció a mediados de este mes ante la magistrada del juzgado de instrucción 3 de la ciudad en calidad de imputado. El hombre negó los cargos e insistió ante la juez en que no agredió al detenido. Según su versión, en ningún momento pegó al perjudicado, sino que lo único que hizo fue colocarlo en el banco donde estaba sentado, ya que el joven continuamente trataba de levantarse y se hacía daño en las muñecas al llevar colocados los grilletes.

La magistrada le exhibió los fotogramas de la grabación que captó al sospechoso sobre el detenido y él destacó que no le golpeó. El policía local imputado se remitió a su anterior declaración que efectuó años atrás como imputado en el juzgado y que acabó en un sobreseimiento provisional. Sin embargo, durante el juicio contra sus cuatro compañeros, los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Miguel Ángel Subirán pidieron a la sala que se le dedujera testimonio y que se reabriera el caso contra él por su participación en los hechos. Precisamente, durante la vista oral, celebrada a mediados de este año, el agente compareció en la Audiencia como testigo. Los fiscales indicaron entonces que no le iban a hacer preguntas ya que su situación procesal podría cambiar en breve al resultar imputado.

Así, ahora el policía local ya ha declarado ante la juez como imputado. La sentencia de la Audiencia se refiere a él en los hechos probados al indicar que dos de los condenados presenciaron sin intervenir, pudiendo hacerlo, como otro de los agentes, molesto por los comentarios del detenido, "le propinaba sendos puñetazos en el estómago" provocando que el joven se retorciera por el dolor.