La víctima llamó la atención a un conocido por robar cobres y otros metales en un edificio abandonado de Palma. El sujeto reaccionó con extrema violencia y le propinó una brutal paliza al otro hombre que le provocó una fractura múltiple de mandíbula. El fiscal pide para el acusado seis años de cárcel por un presunto delito de lesiones con deformidad.

Los hechos, que serán juzgados el próximo lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma, se produjeron sobre las doce y media del mediodía en un inmueble abandonado situado en el número 31 de la calle General Riera.

Uno de los presentes recriminó a un individuo, de 31 años, que se dedicara a robar cobre y otros metales en dicho edificio abandonado. El supuesto ladrón no artículo palabra alguna, pero se dirigió hacia el lugar donde se encontraba el sujeto que le acababa de llamar la atención.

La víctima creyó que el ladrón de cobre se disponía a hablar con él, ya que ambos se conocían de vista. Craso error. El atacante no le dio la menor oportunidad de defenderse. Sin vacilar, el agresor le golpeó repetidamente en la cabeza con un objeto contundente, tipo maza.

Nada más golpearle, el hombre cayó al suelo sin que ni siquiera pudiera distinguir con exactitud el objeto contundente que había utilizado el atacante contra él. Esta circunstancia no hizo desistir en absoluto al agresor.

El ahora acusado continuó propinándole varias patadas en la cabeza a la víctima que le hicieron perder el conocimiento. El hombre agredido, de 41 años, sufrió una doble fractura de mandíbula cerrada, una transversa horizontal con varios fragmentos a nivel del ángulo y cuerpo de la hemimandíbula izquierda, con afectación del canal dentario y otra fractura oblicua desde la base de la hemimandíbula derecha hasta el proceso alveolar de las piezas dentales 42 y 43. Solo la súbita intervención de otro individiuo que presenció la paliza consiguió detener la brutal agresión.

El hombre tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia. Las fracturas tuvieron que ser reducidas con osteosíntesis y tratamiento odontológico y farmacológico. La víctima precisó de 81 días de convalecencia, seis de ellos permaneció hospitalizada, y 45 más estuvo impedido para realizar sus actividades normales.

La brutal agresión le dejó como secuelas el material de osteosíntesis, parálisis lingual y una cicatriz con alteración de la morfología mandibular derecha.

El fiscal considera que la agresión es constitutiva de un delito de lesiones con deformidad y solicita para el acusado seis años de prisión. También pide la prohibición de acercarse a la víctima durante un periodo de 15 años y a que la indemnice con la suma de 19.855,24 euros.