La Audiencia de Palma ha condenado a dos años de prisión a un hombre por incendiar de forma intencionada un garaje de la ciudad en el que se hallaban cuatro personas dentro en enero de 2014. El acusado, de 45 años, aceptó ayer la pena tras confesar haber rociado la puerta de acceso a la estancia con medio litro de gasóleo. El sospechoso actuó encapuchado, con un pasamontañas y una gafas para evitar ser identificado. Al pegar fuego al garaje, se produjo una pequeña deflagración que fue sofocada rápidamente por los testigos.

Ayer por la mañana, el imputado, que pasó tres meses en prisión provisional desde enero de 2014 hasta abril de ese año, reconoció todos los hechos ante el tribunal de la sección primera. La fiscal, que inicialmente reclamaba para él una condena de 15 años de cárcel, rebajó a dos años la pena al considerar que no puso en peligro la vida de las personas y al apreciar también la circunstancia atenuante de drogodependencia.

Así, en el momento en el que se produjeron los hechos, durante la mañana del pasado 8 de enero de 2014, el acusado se hallaba con sus facultades cognitivas y volitivas afectadas, pero no anuladas, por su adicción a las sustancias estupefacientes. El sospechoso recordó ante la sala que en esas fechas consumía drogas.

El hombre se declaró ayer autor de un delito de incendio con la circunstancia agravante de disfraz, al haber actuado con el rostro cubierto por una capucha, un pasamontañas y unas gafas, y la atenuante de drogodependencia.

Ante su declaración autoinculpatoria y al haber alcanzado un acuerdo fiscalía y defensa, la presidenta del tribunal dictó sentencia 'in voce' y le impuso una pena de dos años de cárcel, así como la prohibición de aproximarse y comunicarse con las tres víctimas, ya que el cuarto perjudicado se encuentra fallecido, por un periodo de cinco años. El fallo es firme.

Los hechos enjuiciados se remontan al 7 de enero de 2014 de madrugada, cuando el sospechoso discutió con dos hombres en un garaje situado en la plaza Porta de Santa Catalina de Palma en el que estos dos últimos solían dormir. En el transcurso de la disputa, el imputado les dijo: "Os vais a arrepentir de esto".

Posteriormente, al día siguiente, el 8 de enero de 2014, alrededor de las ocho de la mañana, el acusado regresó al garaje de la Porta de Santa Catalina donde se hallaban en esos momentos los dos hombres con los que había discutido y otro varón y una mujer.

Una vez allí, el procesado roció la única puerta de acceso al garaje con medio litro de un acelerante de la combustión (gasóleo biodiésel) y le pegó fuego. Acto seguido, se produjo una pequeña deflagración, que fue rápidamente extinguida por las personas que se encontraban allí.

El autor del incendio se hallaba afectado por su adicción a las drogas en el momento de los hechos y se cubrió la cara con una capucha, un pasamontañas y unas gafas para dificultar ser identificado, ya que habitualmente frecuentaba la zona.