La Audiencia de Palma juzgó ayer a dos hombres por presuntamente violar a la vez a una menor británica de 15 años dentro del baño de un bar en Cala d'Or en el verano de 2008. Los dos procesados, que ahora cuentan 34 y 35 años, negaron de forma tajante haber forzado a la víctima y alegaron que los tres habían mantenido sexo consentido en el retrete. Según su versión, la joven llevaba la iniciativa y realizó una felación y luego tuvo una relación completa con uno de ellos, mientras trataba de practicar sexo oral con el otro. Por su parte, la perjudicada, que se encontraba de vacaciones en la isla con una amiga, confirmó que fue agredida sexualmente por ambos.

La joven turista indicó ante la sala que los dos sospechosos empujaron la puerta del baño donde ella estaba y entraron a la fuerza. Una vez en el pequeño habitáculo, la colocaron en medio de ellos y el que estaba detrás de ella, la empujó por los hombros hasta que quedó de rodillas y luego la agarró de la cabeza y la obligó a tener sexo oral con el joven que estaba frente a ella. Acto seguido, este último muchacho la giró y, cogiéndola de las caderas, la colocó encima del otro acusado, que estaba sentado en la taza del ino-doro. Entonces, fue penetrada vaginalmente. "Cuando ellos acabaron, se marcharon. Me quedé en el baño unos minutos y luego fui a buscar a mi amiga. Yo era virgen. Salí de allí llorando", aseguró la víctima, que declaró ante el tribunal de la sección primera a través de videoconferencia.

La perjudicada recordó que intentó separarse de los procesados de un empujón, pero apuntó que tenía miedo y no lo consiguió. "Intenté pedir ayuda, pero se me cortó la voz", añadió la joven, quien detalló que su amiga golpeó la puerta del baño, pero nunca la llegó a abrir. "Yo era una chica de 15 años con dos hombres. Tenía miedo. Ellos eran dos y yo una", subrayó ante la sala.

La fiscal reclamó ayer sendas condenas de 28 años de prisión para cada uno de los imputados, así como la prohibición de aproximarse a la víctima y comunicarse con ella por un periodo de 20 años, por dos delitos de agresión sexual. Mientras, los abogados defensores solicitaron la libre absolución de sus representados.

La forense manifestó que, cuando visitó a la menor, esta estaba afectada y lo que le relató le pareció compatible con lo que había observado durante la exploración. Un vigilante de seguridad del pub de Cala d'Or en el que se produjeron los hechos en la madrugada del 19 de agosto de 2008 puntualizó que vio a una chica llorando y ella le dijo que había perdido su teléfono móvil. La amiga de la víctima destacó que ella salió del bar corriendo y llorando, con el pantalón corto manchado de sangre y entonces le explicó que dos hombres la habían violado.

Uno de los procesados recalcó que la chica "hizo lo que quiso, nadie la obligó", "entró por sí sola en el baño", "no la forcé", "ella quiso y yo quise". El acusado dijo que la joven le besó, le hizo una felación y luego se dio la vuelta, se bajó el pantalón y se sentó encima de él. "No sé si la penetré". El hombre alegó que creía que ella tenía 23 años porque era alta, guapa, "anchota" y no pensó nunca que fuera su primera vez. El otro imputado aseguró que nadie la forzó.