La Audiencia de Palma ha condenado a cinco hombres, cuatro originarios de Nigeria y uno natural de Sierra Leona, a penas que suman 35 años de prisión por formar un grupo criminal grupo criminalque se dedicaba en la capital balear a traficar con grandes partidas de droga en 2011 y 2012. Los estupefacientes, cocaína y heroína, llegaban a la isla desde la península o el extranjero mediante paquetes postales y también a través de 'mulas', personas que transportan en su organismo las sustancias. De hecho, uno de los correos de la organización, un joven rumano de 22 años, falleció a finales de enero de 2012 en el hospital de Son Espases debido a que un dátil de cocaína se le reventó en el interior del recto después de sentirse indispuesto en pleno vuelo cuando viajaba a Palma.
Cuatro de los sospechosos estaban acusados de homicidio por imprudencia por la muerte de esta 'mula', pero el tribunal los ha absuelto de este delito. La sala concluye que no existe prueba alguna que acredite que quienes le encargaron y pagaron el viaje a la isla se aprovecharan de una situación económica desesperada y le ocultaran la sustancia que iba a llevar. Fue la propia víctima la que, "con su conducta consciente, voluntaria y a cambio de un precio puso en serio peligro su vida", detalla la sala, que subraya que el joven rumano ingirió hasta 33 dátiles con cocaína para transportarlos a Palma a cambio de una cantidad de dinero no determinada.
La sección primera ha absuelto a dos imputados, mientras que a otros cinco les ha condenado por un delito contra la salud pública y otro de integración en grupo criminal. Al jefe de la banda, alias Cypo, le ha impuesto la pena máxima, ocho años de cárcel, por su "posición preeminente en la asociación montada para cometer el delito", la cantidad de droga que manejaba en 2011 y su exclusiva dedicación a la actividad delictiva empleando como "adecuada tapadera su condición de representante de la comunidad Igbo en Mallorca". Para otro de los principales acusados, la condena es de nueve años por el tiempo dedicado a traficar, las cantidades de estupefacientes que manejaba y también por "las nefastas consecuencias que tuvo el traslado de la droga encargado por él para el correo humano", que luego falleció. Los otros tres imputados, subordinados del líder, han sido condenados a seis años cada uno.
Se trata de la segunda sentencia dictada por la Audiencia de Palma contra la banda después de que el Supremo tumbara el primer fallo al valorar las escuchas telefónicas.
Según se declara probado, entre 2011 y 2012, los cinco acusados, con domicilios en Son Gotleu, se dedicaban a la introducción y distribución en la isla de elevadas partidas de cocaína y heroína. Todos ellos habían constituido un grupo estructurado y organizado en varias células independientes pero interconectadas que gestionaban y organizaban la llegada de droga a Mallorca mediante 'mulas' o paquetes postales. La Policía interceptó correos y envíos y se incautó de más de medio kilo de cocaína y otro tanto de heroína. Contaban con suministradores en múltiples países.
