Un correo de droga se enfrentará a la Justicia este jueves, fecha que la Audiencia Provincial ha designado para la vista oral contra un joven de 21 años que vomitó varias bolsas de droga a su llegada al aeropuerto de Son Sant Joan. La mula se enfrenta a seis años de prisión por la comisión de un delito contra la salud pública.

Los hechos se remontan a la primavera de este año. El pasado 25 de abril el acusado, un ciudadano brasileño, llegaba al aeropuerto de Palma procedente de un vuelo desde Sao Paulo que había hecho escala en Zúrich.

Tras bajar del avión hacia las 15.40 horas, el hombre se encontró indispuesto y entró a uno de los aseos del recinto. Allí comenzó a vomitar las bellotas de droga que había ingerido y que aguardaban en el interior de su estómago.

En Son Sant Joan expulsó cuatro de las bolsas con droga y se las fue guardando en los bolsillos así como las iba echando. Entonces fue sorprendido por los agentes de la instalación, que lo retuvieron hasta que otros policías acudieron para detenerle. El imputado fue trasladado de inmediato al hospital Son Espases, donde extrajo de su cuerpo otras noventa bolsas con sustancias estupefacientes.

El hombre quedó detenido. Las bellotas le fueron decomisadas y custodiadas para analizarlas posteriormente en el laboratorio. Los resultados concluyeron que lo que portaba en su barriga era cocaína de una pureza muy elevada. En total, las 94 bellotas sumaban 960 gramos con una pureza del 70%. Según los expertos, esa cantidad tendría un valor en el mercado negro que superaría los 156.000 euros. Asimismo, los agentes también se quedaron con los casi mil euros que llevaba encima y que le atribuyen al tráfico de drogas.

El juzgado de instrucción ordenó su ingreso en prisión provisional. Desde entonces el hombre permanece imputado por un delito contra la salud pública, por el que será juzgado este jueves por el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial de Palma.

En la visita oral, que se prevé que dure solo un día, está prevista la declaración de cinco agentes del Cuerpo Nacional de Policía que intervinieron en la detención del muchacho.

La fiscalía entiende que el acusado actuó con ánimo de obtener un beneficio económico y por eso solicita, además de los seis años de cárcel, una multa de casi el triple del valor de la droga: 460.000 euros.

Por último, el ministerio público propone al tribunal que, en caso que le condenen a la pena de cárcel, le expulsen de España tras haber cumplido la pena y le prohíban regresar al país durante un plazo de diez años.