La fiscalía pide una condena de 18 años de prisión para un hombre acusado de matar de tres disparos a su sobrino político tras una discusión por la herencia familiar en Eivissa en mayo de 2014. El sospechoso, de 65 años, está acusado de un delito de asesinato. Presuntamente utilizó una escopeta de caza para acabar con la vida de la víctima, de 33 años. Primero le pegó un tiro en el abdomen, luego en la espalda y finalmente, estando el perjudicado en el suelo, lo remató descerrajándole un disparo a quemarropa en la sien, según la versión de la acusación pública.

El juicio por el crimen ocurrido en una finca rural en Sant Josep de sa Talaia (Eivissa) está previsto que empiece el próximo martes en la Audiencia de Palma. Un jurado popular será el encargado de enjuiciar los hechos.

Además de los 18 años de cárcel a los que se enfrenta el sospechoso, el ministerio público también reclama una indemnización de 138.000 euros para la mujer del fallecido, 58.000 para cada uno de sus dos hijos menores de edad y 24.000 para los padres.

El crimen se remonta al pasado 26 de mayo de 2014. Según la tesis de la acusación pública, ese día sobre las cuatro de la tarde, el sobrino político del acusado acudió con su vehículo a su domicilio, ubicado en el camino de Rafal Trobat, a las afueras de Sant Josep de sa Talaia, con la intención de hablar con él sobre un asunto relativo a una herencia familiar de su mujer, que es la sobrina del sospechoso. Una vez allí, ambos discutieron por la herencia y el imputado entró en un almacén contiguo a su vivienda, cogió una escopeta de caza, marca Gamba, del calibre 12 milímetros, y, con la intención de matar al joven, se dirigió a él y le disparó a una distancia no inferior a cinco metros en el abdomen, según el fiscal. La víctima se dio la vuelta y trató de huir, pero el sospechoso le pegó un segundo tiro por la espalda para asegurar su muerte. Entonces, el joven desfalleció, cayó al suelo, donde fue rematado con un disparo a quemarropa en la sien, según el ministerio público.