La Policía Nacional ha detenido a un hombre que tenía atemorizados a los taxistas de Palma. El acusado habría cometido en las últimas semanas cuatro atracos, intimidado a las víctimas con jeringuillas y otros objetos punzantes para conseguir que le entregaran toda la recaudación y los efectos de valor que tuvieran. En algunas ocasiones obligó al taxista a ir a un cajero automático para sacar dinero de su cuenta, aunque no lo consiguió. El sospechoso, con varios antecedentes por robos en domicilios, fue puesto ayer tarde a disposición judicial.

Según explicaron fuentes policiales, la oleada de atracos comenzó el pasado 7 de septiembre y se sucedieron en las semanas siguientes. El delincuente seguía siempre el mismo modus operandi. Tomaba un taxi y pedía que le llevaran a puntos de la ciudad apartados y poco transitados, como Nou Llevant y es Vivero. Durante el trayecto, el ladrón esgrimía jeringuillas y objetos similares con los que amenazaba a al conductor mientras exigía que le entregara todo el dinero que llevara. Al menos en una ocasión no se mostró satisfecho con la cantidad obtenida y obligó a la víctima a dirigirse a un cajero automático para intentar conseguir más dinero. También se adueñó de algunos aparatos electrónicos, como teléfonos móviles y ordenadores portátiles.

La sucesión de robos provocó una gran inquietud en el gremio y algunos profesionales optaron por no llevar clientes a las barriadas en las que se cometían los asaltos.

El grupo de Atracos de la Policía puso en marcha una investigación que ha culminado esta semana con la detención del presunto autor de la oleada de robos. El acusado fue trasladado a comisaría para ser interrogado sobre su implicación en los atracos y ayer por la tarde fue puesto a disposición del juzgado de instrucción número 8 de Palma, en funciones de guardia.

El presidente de la Asociación Mallorquina de Trabajadores Autónomos del Taxi (AMTAT), Antoni Cladera, reclamó al Ayuntamiento de Palma la creación de "algún método más directo de comunicación" entre los taxistas y las fuerzas de seguridad para poder hacer frente a situaciones como esta. "Es complicado evitar que pasen este tipo de cosas, pero además de reforzar la vigilancia en las calles se podría dotar a los vehículos de botones de emergencia para comunicarse directamente con la Policía Local", explicó Cladera, que aseguró que la oleada de atracos de las últimas semanas había provocado la alarma entre los profesionales del sector.