Una banda formada por 13 personas, la mayoría de origen colombiano, aceptó ayer penas que suman 32 años y medio de prisión por dedicarse a la venta y distribución de cocaína y marihuana a las afueras de Palma, Inca y en otras localidades como Mancor de la Vall entre 2010 y principios de 2011. Los imputados ayer confesaron los hechos y se declararon autores de un delito contra la salud pública. Una mujer resultó absuelta después de que el fiscal retirara los cargos contra ella.

Entre los encausados se encuentra el cabecilla de la red, el considerado por la Guardia Civil como el "cerebro", quien se conformó con una condena de cuatro año y medio de cárcel y 200.000 euros de multa. Su mano derecha, su hermano, aceptó otros cuatro años. Ambos utilizaban a dos hijos de uno de ellos, muy jóvenes, en labores de apoyo.

El grupo estaba estructurado y organizado en varias células independientes. Introducían grandes partidas de cocaína en la isla procedentes de Sudamérica mediante paquetes postales y correos que ocultaban los alijos en su equipaje. La operación 'Buitre' permitió interceptar a dos pasajeros en Perú y Costa Rica con cinco y seis kilos de cocaína. El resto de la banda se conformó con penas de dos años y un año y medio de prisión.