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Tribunales

Cinco condenados por estafar más de cuatro millones de euros a británicos desde Palma

La banda utilizó un local de Gomila como base de operaciones para captar a cientos de inversores en empresas fantasmas con agresivas campañas telefónicas - Un tribunal inglés impone penas de entre cuatro y siete años de cárcel a los cabecillas

Agentes de la Policía Nacional trasladan, en mayo de 2011, a los detenidos en la oficina de Palma desde la que se cometía la estafa. B. Ramon

Un tribunal inglés ha condenado a los cinco cabecillas de una organización que estafó más de cuatro millones de euros a cientos de británicos desde Palma. La red tenía su oficina principal en un local de Gomila, desde el que durante años se realizaron agresivas campañas telefónicas para captar inversores en empresas fantasmas. Una investigación conjunta de la Policía Nacional y la City of London Police desmanteló el entramado en mayo de 2011, con la detención en la isla de 17 personas que trabajaban para la banda.

La sentencia impone penas que suman 25 años y medio de cárcel a los procesados por delitos de conspiración para el fraude y blanqueo de capitales. Los cinco reconocieron los hechos y se declararon culpables ante un tribunal del distrito londinense de Southwark. Según la investigación, los acusados pusieron en marcha en el año 2009 un sistema para estafar a ciudadanos británicos, la mayoría de ellos personas de avanzada edad. La banda ofrecía la compra de acciones en empresas fantasmas, como una mina de oro o una compañía farmacéutica. Las víctimas recibían folletos e informaciones mercantiles para aparentar una actividad irreal. Algunos de los perjudicados, tras invertir todos sus ahorros, llegaron a hipotecar sus viviendas para comprar más acciones y acabaron completamente arruinados.

La captación de inversores se llevaba a cabo desde una discreta oficina de la calle Joan Miró, en Palma. La red instaló allí su base de operaciones, con una quincena de teleoperadores que realizaban continuas llamadas a ciudadanos británicos en busca de víctimas. Un sistema conocido como 'boiler room' (en inglés, 'sala de calderas). La organización actuó al menos desde 2009, cuando la Policía de Londres comenzó a recibir las primeras denuncias. La investigación comenzó a dar sus frutos en septiembre de 2010, cuando los agentes británicos detuvieron en Nothingam a dos de los cabecillas, de 35 y 36 años, cuando acababan de comprar bajo identidades falsas ordenadores portátiles que iban a enviar a la oficina de Palma. Uno de ellos tenía almacenados los detalles de las víctimas y los registros del dinero transferido. Meses después fueron arrestados los otros tres líderes de la trama.

La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Jefatura de Policía de Palma se había sumado ya a las pesquisas y tras un año y medio de gestiones desmanteló la oficina de la banda en la isla. El 24 de mayo de 2011, un nutrido grupo de agentes irrumpió en el local, en el que se encontraban una decena de teleoperadores que, con extensos listados de potenciales víctimas, un teléfono y un ordenador, llevaban a cabo cientos de llamadas diarias a ciudadanos del Reino Unido. Los agentes arrestaron allí a 15 personas y a otras dos en Santa Ponça, intervinieron 18 móviles y bloquearon cuentas bancarias.

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