Un juzgado penal de Palma celebrará próximamente un macrojuicio contra 14 claveleras por integrar un grupo criminal que operaba en el centro de la ciudad durante los años 2011 y 2012. Las sospechosas se organizaban en grupos coordinados entre sí, se repartían los lugares del casco antiguo donde actuaban y tenían delimitadas sus funciones. Tras embaucar una de ellas a los turistas ofreciéndoles un clavel o un ramillete de romero, otra les desvalijaba haciéndose con sus monederos o carteras. Normalmente, las víctimas eran pasajeros de cruceros que llegaban a la isla y recorrían la ciudad a pie.

Ayer por la mañana, más de una veintena de mujeres comparecieron en la sede judicial de Vía Alemania, en Palma, donde debía celebrarse la vista oral ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo. Además de las imputadas, se congregaron en los pasillos sus familiares y allegados. Después de una hora de negociaciones entre las partes, el macrojuicio se suspendió y se fijó una nueva fecha para los días 9, 10 y 11 de diciembre. Los abogados y la fiscalía no lograron una conformidad, ya que varias de las sospechosas se negaron a aceptar las penas que les ofrecían, cinco meses y ocho meses de cárcel.

El ministerio público acusa a las 14 mujeres de un delito de grupo criminal. Para cada una reclama una condena de un año de prisión. Todas las imputadas todavía tienen en vigor desde noviembre de 2012 una orden de alejamiento que les prohíbe aproximarse a las inmediaciones de la Catedral, los jardines de s'Hort del Rei, plaza de la Reina, paseo del Born, avenida Jaume III, Parc de la Mar, Paseo Marítimo, calle Sindicat, plaza de Cort, plaza Major y calle Sant Miquel de Palma. La organización de claveleras fue desarticulada a finales de noviembre de 2012 por parte de la Policía Nacional tras una operación en la que se efectuaron numerosos seguimientos y averiguaciones.

Ingresaron en prisión

La mitad de las detenidas en la operación policial ingresaron en prisión por orden judicial. Siete de las imputadas permanecieron encarceladas unos tres meses hasta que en febrero de 2013 pudieron salir en libertad.

Ahora, la macrocausa ha llegado a juicio. Según se desprende del escrito de acusación de la fiscal, durante el año 2011 y hasta finales de 2012, las 14 encausadas formaban parte de un grupo que se dedicaba de forma coordinada a sustraer dinero a turistas, especialmente cruceristas. Para ello utilizaban el método "del clavel", que consiste en aproximarse a las víctimas a las que ofrecen una flor o un ramillete a cambio de unas monedas para captar su atención, momento que aprovecha una segunda sospechosa para birlarle la cartera o el dinero al perjudicado.

Las acusadas se reunían casi a diario en la zona de la Seu y actuaban dividiéndose en grupos pequeños y coordinados entre sí, de forma que concertaban la zona de actuación y se repartían los lugares del centro de Palma donde iban a operar a fin de poder obtener mayores beneficios y conseguir pasar más desapercibidas, según la fiscalía. Las sospechosas integraban dos grupos diferenciados y, a su vez, se distribuían en subgrupos, habitualmente formados por tres personas.

Las claveleras se repartían los papeles, de manera que una captaba la atención de los turistas y los distraía, mientras otra los desvalijaba y una tercera hacía funciones de contravigilancia. Una vez se hacían con el botín, se daban a la fuga a toda prisa e incluso se cambiaban de ropa para no ser reconocidas.

Cuando la Policía Nacional registró sus domicilios en Palma, intervino tarjetas Visa, teléfonos móviles, ramilletes y numerosos billetes y monedas de todo tipo de países: Singapur, Estados Unidos, Turquía, Emiratos Árabes, Canadá o Sudáfrica. Uno de los pisos contaba con materiales de primera calidad y muebles de diseño.

Según destaca la fiscal, pese a que ninguna de las imputadas tenía trabajo remunerado, realizaban periódicamente cambios de divisas e ingresos en cuentas bancarias abiertas a su nombre.