El conductor del coche contra el que impactó una de las piedras lanzadas desde el puente de Son Cladera explicó durante el juicio que estuvo a punto de sufrir un grave accidente de tráfico. "Iba a 120 kilómetros por hora en dirección a Palma, porque tenía prisa. La piedra cayó desde el puente y pegó en el capó y el parachoques", contó.

El perjudicado, que iba al volante de un Seat León, relató cómo tras el impacto de la piedra realizó una brusca maniobra que pudo tener consecuencia fatales. "Di un volantazo y estuve a punto de estrellarme contra la mediana", afirmó el conductor, que pudo finalmente controlar el turismo y llamó de inmediato a la Policía Nacional para contar lo que acababa de ocurrir. "Vinieron enseguida, en dos o tres minutos. Yo fui hasta el puente y me encontré con el policía que había detenido al sospechoso", afirmó. El hombre contó que su vehículo sufrió diversos daños que él mismo ha reparado al tener conocimientos de mecánica y reclamó al tribunal una indemnización de 570 euros como compensación, petición que la fiscalía incorporó en sus conclusiones definitivas.