Un corazón con 365 flores y 365 velas para rendir homenaje a David Grimaldos, el joven que murió electrocutado tras apoyarse en una farola de Bunyola el pasado 31 de agosto de 2014 durante la fiesta de los Quintos del pueblo.

En el acto, organizado por su familia, participaron decenas de personas, la mayoría familiares y amigos llegados de Palma, donde residía David Grimaldos, a las que también se unieron numerosos bunyolins.

Familiares y amigos llegaron en grupo al lugar donde se produjo el accidente. Una vez allí, la madre del joven se dirigió a les congregados y afirmó que con este homenaje pretendían "que nunca se olvide aquello que no tendría que haber pasado y que se podría haber evitado", en alusión al mal estado de conservación en el que se encontraba la farola del paseo Antoni Estarellas cuando el joven se apoyó en ella y murió electrocutado.

Durante la investigación para esclarecer las circunstancias del accidente, la Guardia Civil imputó al exalcalde de Bunyola, Jaume Isern, al exconcejal de Infraestructuras y al antiguo electricista municipal, en un procedimiento judicial que sigue abierto.

Tras su parlamento, la madre del joven invitó a todos los congregados a encender una vela en su memoria.

El acto de homenaje, al que también asistió el actual alcalde, Andreu Bujosa, y los concejales del equipo de gobierno, finalizó con la interpretación del Cant del Ocells por parte de Eduard Riera, actual concejal de Juventud y Fiestas.

Desde hace un año, las farolas de esta calle y de la zona del Garrigó están apagadas. Hace pocas semanas, el juzgado permitió al consistorio desprecintar el contador eléctrico, aunque para volver a encenderlas deberá antes sustituir todas las luminarias de las farolas de esta calle, ya que un informe técnico encargado tras el accidente detectó deficiencias en todas ellas.

Esta mañana, en un acto íntimo reservado a la familia y a sus allegados, también se descubrirá una placa en el cementerio de Bunyola en memoria del joven.