El policía nacional atacado por un recluso en el hospital Son Espases se interpuso para evitar que el preso, un senegalés de 32 años, estrangulara a una enfermera. El interno propinó al agente, de 60 años, una potente patada que le hizo golpearse fuertemente la cabeza contra el quicio de la puerta. El funcionario quedó inconsciente y permanece sedado, en estado crítico, en la UCI del centro sanitario.

La brutal agresión al policía ocurrió en la madrugada del viernes en el área de psiquiatría de la Unidad de Detenidos de Son Espases. El interno ya había dado muestras de su comportamiento violento tanto en el Centro Penitenciario de Palma como en el hospital. De hecho, ya había destrozado en una habitación del centro sanitario a mediados del mes de agosto.

Al parecer, los facultativos decidieron retirar al recluso las bridas que le sujetaban a la cama para que pudiera conciliar el sueño. El preso aprovechó esta circunstancia para abalanzarse sobre una enfermera que acababa de entrar en la habitación con la intención aparente de estrangularla.

La víctima se zafó como buenamente pudo de este ataque. Los gritos de la asistente sanitaria motivaron que el agente acudiera rápidamente en su auxilio. El recluso, que cumple condena por robos con fuerza y lesiones hasta el año 2021, propinó una fuerte patada contra el policía que le lanzó varios metros hacia atrás.

La cabeza del funcionario impactó contra el marco de la puerta de la habitación-celda del centro sanitario y quedó inconsciente. Su compañero entró rápidamente en la estancia y logró reducir al agresor.

El policía agredido estaba inconsciente y apenas respondía a los estímulos. Su compañero avisó a los servicios sanitarios para que le atendieran. El agente presentaba un traumatismo craneoencefálico severo y fue trasladado hasta la UCI del hospital. Allí permanece sedado, a la espera de su evolución en las próximas horas para determinar si ha sufrido alguna lesión importante como consecuencia de la agresión.

Agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional han abierto una investigación para tratar de determinar cómo se produjeron los hechos. En un primer momento, los investigadores han tomado declaración al compañero de la víctima y al personal sanitario del hospital. Al recluso se le dio el alta hospitalaria y se le trasladó de vuelta al Centro Penitenciario.

La brutal agresión al veterano agente de Conducciones ha provocado una profunda conmoción en el Cuerpo Nacional de Policía. Al cumplir los 58 años, el funcionario podría haberse acogido a la segunda actividad. No obstante, decidió seguir prestando servicio custodiando reclusos.