La Guardia Civil y la Policía Nacional imputan 20 robos a la banda detenida esta semana por los asaltos a las cafeterías Cappuccino de Palma, Andratx y Puerto Portals. Los agentes acusan a los ocho presuntos miembros del grupo detenidos hasta ahora en Calvià y Eivissa de importantes golpes con suculentos botines cometidos en el último año y medio, la mayoría en la isla pitiusa. Todos siguieron un patrón similar al utilizado esta semana en Mallorca: accesos forzados, alarmas inutilizadas y cajas fuertes abiertas con lanzas térmicas y sopletes. El sospechoso que fue capturado en Calvià ingresó anteayer en la prisión de Palma, mientras de los siete acusados arrestados en Eivissa tres quedaron en libertad con cargos y los otros cuatro fueron puestos ayer a disposición judicial. Todos han negado su implicación en los robos.
Los agentes intentan aclarar si esta banda está detrás de uno de los asaltos más sonados de los últimos años en Balears, que acabó fracasando. Ocurrió el 1 de septiembre de 2014, cuando tres personas intentaron abrir con un soplete un furgón blindado en la bodega del ferry Posidonia de Baleària durante una travesía de Formentera a Eivissa. Desistieron al ser sorprendidos por un marinero y desde la cubierta saltaron a una lancha que estaba esperándoles para huir. En tierra aguardaba otro compinche, que los recogió en un todoterreno BMW robado.
La investigación apunta a que, además de los tres robos cometidos en las madrugadas del domingo y el lunes en tres locales Cappuccino de Mallorca -donde lograron más de 50.000 euros-, los acusados serían los responsables de otros 17 asaltos similares registrados desde principios de 2014 en Eivissa. Los ladrones han actuado durante estos meses en importantes establecimientos de hostelería y empresas de la isla utilizando un modus operandi casi idéntico. Solían forzar alguno de los accesos e inutilizar las alarmas, en ocasiones introduciendo el código de seguridad, para poder actuar con tranquilidad. Su objetivo eran las cajas fuertes de los negocios, que abrían con lanzas térmicas y sopletes. Así lograron importantes cantidades de dinero y joyas. En algunos casos se adueñaron de más de medio millón de euros en un solo golpe.
Entre los detenidos se encuentran dos hermanos, Jonathan y Cristian C.V., y su padre, responsables de una empresa de seguridad de Eivissa. Los investigadores están convencidos de que habrían utilizado sus conocimientos sobre el funcionamiento de las alarmas para cometer los robos. Los dos hermanos cuentan con varios antecedentes por delitos similares. Cristian fue detenido en agosto de 2011 como miembro de una banda que había desvalijado quince casas de millonarios en Eivissa. Meses antes fue condenado a dos años por receptación y tenencia ilícita de armas -se le incautó una pistola- tras otra operación contra un grupo que robó en varias naves industriales con el método del butrón.
Niegan los hechos
El hombre que fue detenido en Calvià por su implicación en los robos a las cafeterías Cappuccino de Palma, el Port d'Andratx y Puerto Portals ingresó el miércoles en prisión preventiva tras comparecer por la tarde ante el juez de guardia en Vía Alemania.
Tres de los siete acusados arrestados en Eivissa -el padre de los dos hermanos, la novia de uno de ellos y otra persona- fueron puestos en libertad con cargos tras ser interrogados por los investigadores de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Los otros cuatro, entre ellos Jonathan y Cristian C.V. y un hombre identificado con las iniciales S.R., fueron puestos ayer por la tarde a disposición judicial en Eivissa. Según fuentes conocedoras del caso, todos han negado su implicación en los robos que se les atribuyen. La causa continúa bajo secreto de sumario y será asumida por el juzgado de instrucción número 1 de Eivissa, que llevaba meses investigando las actividades de los sospechosos. El magistrado de Palma que encarceló al detenido en Calvià le ha remitido ya todas sus actuaciones sobre el caso.
