Un tití, un guacamayo y una pitón eran utilizados irregularmente en las principales zonas de ocio de la localidad ibicenca de Sant Antoni de Portmany como una atracción para los turistas. La Guardia Civil intervino el mono, al no tener la documentación en regla. El ave y el reptil, por su parte, no tenían licencia para ejercer esa actividad.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil realizaron el pasado lunes un operativo especial, en estrecha colaboración con el Departamento de Ganadería del Consell Insular de Eivissa y agentes del Instituto Armado de Sant Antoni de Portmany.

El objetivo de esta actuación era localizar a personas que pudieran estar realizando irregularmente actividades lucrativas usando como reclamo animales Cites (Convenio Internacional de Especies amenazadas de flora y fauna silvestre).

Los propietarios exhibían ante los turistas a los animales exóticos en las zonas de ocio de Sant Antoni de Portmany. Les invitaban a que se fotografiasen con ellos y les cobraban una cantidad de dinero que oscilaba entre cinco y diez euros por foto.

Los agentes del Seprona localizaron a tres personas diferentes que realizaban esta actividad. Uno de ellos se servía de un ejemplar de guacamayo Ara Arauna, el segundo recurría a dos pitones reales que colocaba encima de los turistas. Ambos tenían papeles Cites de los animales, pero carecían de licencia para la actividad.

Por último, los investigadores identificaron a una tercera persona que utilizaba como reclamo un ejemplar de tití común. El dueño carecía de cualquier tipo de documentación y le fue intevenido el primate.

No obstante, a los tres se les incoó un acta de sanción por utilizar especies protegidas con fines lucrativos sin autorización.