El conseller de Interior de Cataluña, Jordi Jané, ha asegurado hoy que los Mossos d'Esquadra no tuvieron ningún tipo de contacto físico con el mantero que ayer falleció al caer desde un tercer piso en Salou cuando huía de una redada contra el "top manta", y que así lo acreditan dos testigos directos.

En rueda de prensa, Jané ha asegurado que dos testigos que estaban en la plaza de Sant Jordi, ajenos al cuerpo de los Mossos d'Esquadra y al grupo de manteros contra el que se dirigía la redada, han corroborado que no hubo ningún tipo de contacto físico en ningún momento entre la agente de la policía catalana que entró en la habitación del mantero y el hombre que se precipitó por el balcón.

Según ha detallado el conseller, cuando los Mossos entraron, en la habitación en la que estaba la víctima había dos personas, una de las cuales se quedó quieta atendiendo al requerimiento policial, mientras que la víctima salió al balcón por una puerta corredera que daba acceso directo y se subió a la barandilla, de la que se desprendió mortalmente al vacío.

"No sabemos exactamente si quería saltar al piso de abajo o si resbaló cuando estaba cogido de la barandilla. Nos consta que la mossa d'esquadra no interactuó físicamente con él, que no hubo contacto físico en ningún momento", ha insistido Jané, que ha comparecido arropado por el alcalde de Salou, Pere Granados, el director de los Mossos, Albert Batlle, y el comisario jefe, Josep Lluís Trapero.

Por su parte, Trapero ha precisado que, tras franquear la puerta del domicilio, el apartamento 321 del número 3 de la plaza de Sant Jordi, dos agentes -uno de ellos, la mossa a la que se había referido Jané- entraron en la habitación, y los dos hombres que estaban en su interior se levantaron y se quedaron de pie.

Sin embargo, uno de ellos se quedó quieto al lado de la cama, mientras que el otro cruzó la puerta corredera de la habitación, que conecta directamente con el balcón, superó la barandilla y se quedó en la parte posterior, mirando hacia los agentes.

Según Trapero, la agente se acercó y le dijo, "Quieto, ¿dónde vas?", aunque "sin tocarle en ningún momento". "La agente ve cómo al hombre le resbalan las manos. Parece que se quería apoyar en un toldo del segundo piso, pero cae al vacío", ha indicado Trapero. El comisario jefe ha insistido en que no conocen los motivos por los que el mantero salió al balcón.

En esta línea, ha apuntado que en la misma operación, en un registro en una vivienda de un segundo piso en la calle Venus, otro de los supuestos miembros de la red se descolgó por la ventana para acceder al piso inferior y trató de forzar la ventana del primer piso, aunque un vecino alertó a la policía y pudo ser detenido.

"Estas cosas se pueden dar; las personas se asustan, no quieren que se las coja. Por lo que sea, a veces se hacen este tipo de actuaciones poco comprensibles que lamentablemente han tenido este final", ha subrayado Trapero.

"¿Por qué ocurrió? Lo desconocemos. No sabemos qué motivó la caída: si resbaló, si quería ir al piso de abajo, por qué se alejó de la policía, si huía. No se quedó con su compañero de habitación esperando órdenes de la policía", ha insistido el comisario jefe.

En cualquier caso, Trapero ha remarcado que no han encontrado "ninguna contradicción" entre el relato de los mossos que estaban en el piso con el de los dos testigos que estaban en la plaza, que también oyeron los gritos de "¡Quietos, policía!" que dieron los agentes al entrar en la casa.

Tanto Trapero como el conseller Jané han resaltado que, en el marco de las diligencias judiciales y policiales abiertas por este suceso -a raíz de una denuncia de la familia por la actuación policial-, dos vecinos, que estaban en una cafetería de la plaza de Sant Jordi cuando ocurrieron los hechos, han comparecido como testigos y han avalado que no hubo contacto físico entre la mossa d'esquadra y el fallecido.

Tanto Jané como Trapero han lamentado que la operación policial acabara con una persona fallecida y han mostrado sus condolencias a la familia de la víctima, que mantiene una versión contraria al relato policial.

"El hermano (Ibrahim) lo valora de otra manera, legítimamente defiende a su hermano. Si no tiene clara la actuación policial, como han hecho, que lo denuncie (al juzgado) y se abrirá una investigación judicial que llegará a una serie de conclusiones", ha agregado Trapero.

Por su parte, Jané ha detallado que la operación de ayer se dirigía contra un grupo que desde abril pasado había importado a Salou, a través de servicios de paquetería, un total de 958 kilos de piezas falsificadas, en 83 paquetes remitidos desde países como Turquía o Reino Unido.

En los registros a las tres viviendas, los Mossos se incautaron ayer de 74 cajas con más de 5.000 piezas destinadas al "top manta", así como 3.300 euros en efectivo.

El conseller ha reconocido que los Mossos d'Esquadra, para facilitar la mediación con la comunidad senegalesa, que estaba encrespada por la muerte del mantero, aceleraron ayer los trámites para dejar en libertad con cargos a los doce detenidos en la redada y a una persona que también fue arrestada por los alborotos.

Los cargos de los que se les acusa son los delitos contra la propiedad industrial y pertenencia a grupo criminal.