El incendio que se produjo el lunes en el puerto de Calanova ha dejado sin clases de vela a unos 200 niños. El administrador del recinto, Felipe Elvira, afirmó ayer que han paralizado dichos cursos de verano "por motivos de seguridad" durante al menos esta semana, debido a que "hay muchos niños y debemos evitar que alguno quiera curiosear" y se introduzca en la zona quemada.

Efectivos de los Bombers de Palma comprobaron a primera hora de la mañana que el fuego no ha afectado a la estructura, pero sí habrá que rehacer parte del techo del almacén donde se originó el incendio.

"Se tendrán que derribar entre 20 y 30 metros cuadrados de la zona que estaba justo encima de la carpintería náutica, aunque el resto está bien", según detallaron desde el Cuerpo. En los alrededor de 300 metros cuadrados que se vieron afectados, situados bajo el aparcamiento del puerto de Sant Agustí, "había pintura, productos químicos, tapaporos, barnices y todo tipo de material inflamable", enumeraron los bomberos, de ahí la enorme humareda negra que provocó y que alarmó a todo el barrio y la costa palmesana.

"Saltó una chispa"

El portavoz de Calanova explicó sobre el suceso que, "cuando los monitores terminan las clases, preparan las embarcaciones para el día siguiente. Estaban trasladando combustible desde unos depósitos a las zodiacs y, en un momento, saltó una chispa y empezó el incendio. La prioridad fue evacuar", concluyó Elvira.

El combustible distribuido en tres depósitos de plástico hizo que se propagara el fuego desde el almacén donde estaban a los locales lindantes, en uno de los cuales había un pañol donde se guardaban velas de barcos, que son altamente inflamables.

Los responsables del puerto y la escuela aún desconocen la cuantía de los daños. Los peritos del seguro y la Policía Científica analizaron durante la mañana de ayer lo sucedido. Una parte del aparcamiento semisoterrado, la más afectada, estaba precintada, aunque en el resto había coches estacionados. También fueron retiradas las embarcaciones que había en tierra próximas a dichos almacenes, que están cubiertos con lonas de plástico.