La Guardia Civil encontró ayer el cadáver de un italiano de 43 años junto a una furgoneta en llamas a las afueras de Felanitx, en la carretera que lleva a Vilafranca. El cuerpo estaba parcialmente quemado y tenía un cuchillo clavado en el pecho. Los bomberos tuvieron que sofocar el incendio del vehículo, tras lo que la Guardia Civil, que cortó unos tres kilómetros de la carretera durante varias horas, examinó a fondo el escenario en busca de pruebas sobre lo ocurrido.

El macabro hallazgo se produjo poco después de las siete de la tarde, cuando varias llamadas alertaron de que una furgoneta estaba envuelta en llamas a un kilómetro y medio de Felanitx, cerca de la fábrica de Ladrillerías Mallorquinas. La primera patrulla de la Guardia Civil que llegó descubrió un cadáver junto al vehículo incendiado, según explicaron fuentes policiales. Los agentes no pudieron sofocar las llamas y solicitaron la intervención de los Bombers de Mallorca. Una dotación procedente del parque de Felanitx extinguió el fuego en pocos minutos. Los hechos fueron comunicados al juzgado de guardia de Manacor.

Agentes de la Guardia Civil regulan el tráfico cerca del lugar donde fue descubierto el cuerpo. J. MORANTA

Agentes de la Policía Judicial y del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, un médico forense y la jueza de guardia de la capital del Llevant acudieron al lugar y llevaron a cabo una detenida inspección ocular de la escena. Las pesquisas permitieron identificar a la víctima como un italiano de 43 años afincado en Santanyí. El cuerpo tenía un cuchillo clavado en el pecho, que de acuerdo con las primeras averiguaciones sería la causa de la muerte.

Según las primeras hipótesis que manejaban los agentes encargados del caso, el hombre habría muerto por heridas de arma blanca. La investigación, sin embargo, se encontraba anoche en una fase muy inicial. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil continuaba inspeccionando el escenario para recabar todos los indicios posibles acerca de lo ocurrido. Para facilitar la labor de los agentes, unos tres kilómetros de la carretera que une Felanitx y Vilafranca quedaron completamente cortados al tráfico desde que se produjo el hallazgo del cadáver y los agentes desviaron por rutas alternativas a los conductores que pretendían circular por allí.