Las principales autoridades e instituciones de Balears mostraron ayer su repulsa por el crimen con sendos minutos de silencio a las puertas del Consolat y la delegación del Gobierno, con la presencia de los presidentes del Govern, el Consell y el Parlament, consellers y concejales de Cort, el jefe superior de Policía, y miembros de varios partidos políticos. Los representantes públicos hicieron constar su "rabia e impotencia" por el crimen y el apoyo a la familia de la víctima, además de apelar a la colaboración de toda la sociedad para acabar con esta lacra.