Noche de fuego en Punta Ballena. Un incendio en un apartamento de la calle más famosa de Magaluf dejó ayer cuatro intoxicados leves, obligó a desalojar a un centenar de vecinos y arrasó toda la vivienda. Otras dos personas tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios al sufrir crisis de ansiedad. Los bomberos trabajaron durante casi dos horas para sofocar las llamas, cuyo origen investiga ahora la Guardia Civil. Las primeras pesquisas apuntan a una colilla como causa del siniestro.

Los hechos ocurrieron al filo de las cinco de la madrugada en el edificio de apartamentos Eolo, de cuatro alturas. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias de que se había declarado un incendio en una de las viviendas de la tercera planta. Al lugar acudieron de inmediato patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil, así como ambulancias de la empresa Ambuibérica. Cuando lo hicieron, el apartamento estaba ya tomado por el fuego y grandes llamas salían por el balcón.

Los agentes decidieron desalojar todo el edificio y un centenar de vecinos -la mayoría turistas extrajeros y trabajadores de los negocios turísticos de la zona- fueron evacuados. Los efectivos sanitarios atendieron a un total de seis personas. Cuatro de ellas presentaban síntomas de intoxicación por inhalación de humo. Los facultativos les suministraron oxígeno y controlaron su pulso durante varios minutos hasta que se recuperaron completamente. Ninguno de ellos precisó ser trasladado y fueron dados de alta allí mismo. Además, otras dos personas, entre ellas una anciana de 78 años, tuvieron que ser atendidas al presentar crisis de ansiedad.

Mientras tanto, dotaciones de los Bombers de Mallorca procedentes de los parques de Calvià y Sóller comenzaron a trabajar para sofocar el incendio. También fueron movilizados los Bombers de Palma, ante el temor a que el fuego se extendiera al resto del edificio, pero finalmente no fue necesaria su intervención.

Los equipos de extinción trabajaron en el lugar durante casi dos horas, ante la curiosidad de las decenas de turistas que seguían de fiesta por la zona. Los bomberos no pudieron evitar que las llamas arrasaran todo el apartamento. Una vez ventilada la finca y tras comprobar que esta no había sufrido daños estructurales, autorizaron el regreso de los vecinos desalojados.

La vivienda siniestrada quedó precintada por la Guardia Civil, que ha puesto en marcha una investigación para esclarecer cómo se inició el incendio. Las primeras averiguaciones apuntaban a que uno de los moradores habría arrojado accidentalmente una colilla a uno de los sofás del salón, que prendió enseguida y desde donde el fuego se extendió.