El incendio en el bosque de Sant Miquel, en Eivissa, fue controlado ayer al mediodía. Agentes del Ibanat y bomberos insulares refrescan el área afectada, unas 30 hectáreas de superficie forestal que comenzaron a arder el jueves y obligaron al desalojo de 120 personas.

El alcalde del municipio de Sant Joan, Antoni Marí Marí, aseguró que trabajan para recuperar el suministro eléctrico y telefónico ya que muchas casas se han quedado sin conexión a la red. El munícipe no precisó el número de viviendas que se encuentran sin electricidad. La incidencia no afectó al núcleo urbano, pero sí a las viviendas que se encuentran diseminadas por la carretera que conduce hasta el Port de Balansat.

El incendio comenzó el jueves hacia las 14 horas a pocos metros de la planta de depuración de aguas de Sant Miquel.

El instituto armado ha añadido 20 clientes del hotel rural Cas Pla, con lo que el total de desalojados ha sido de unas 120 personas. Cuatro personas tuvieron que ser atendidas por los servicios de emergencia: una por crisis de ansiedad, otra por una taquicardia y una pareja de edad por prevención.