Una espesa cortina de humo negro, visible desde múltiples lugares de Palma, se alzó ayer en Portitxol. Un incendio calcinó por completo una lancha y un catamarán y afectó a una tercera situada en las proximidades. La rápida actuación de los bomberos evitó que cobrara mayores dimensiones.

El incendio se inició sobre las 10.15 horas en el muelle del Portitxol. Una densa humareda despertó la alarma entre el vecindario. El principal riesgo que se planteaba era que el fuego se propagara con rapidez a otras embarcaciones amarradas o en el dique seco en el puerto.

Tras recibir la llamada a través de los servicios de Emergencias, dos dotaciones de Bombers de Palma, procedentes del parque central de Son Malferit, se desplazaron rápidamente hasta el lugar del siniestro para sofocar las llamas.

Por fortuna, las dos embarcaciones afectadas por el fuego, una lancha de casco rígido de corta eslora y un catamarán de pequeñas dimensiones, se encontraban fuera del agua y sin combustible. De hecho, los bomberos no se vieron forzados a utilizar espuma, como hubiera ocurrido si los depósitos hubiera estado llenos.

´Efecto dominó´

La principal preocupación que planteaba el incendio era el temido ´efecto dominó´, al extenderse con celeridad a las embarcaciones situadas en las proximidades. Los servicios de extinción contuvieron el fuego y, a excepción de la lancha y el catamarán donde se originó, las llamas solo se propagaron a otro pequeño barco.

La fibra de vidrio con la que estaban construidas las dos embarcaciones se convirtió en un perfecto combustible. El fuego se propagó con suma rapidez. De hecho, pese a los denodados esfuerzos de los bomberos, las llamas consumieron en su práctica totalidad la lancha y el catamarán. De la primera, tan solo el motor no sufrió grandes desperfectos.

El incendio en Portitxol había provocado sentimientos entremezclados entre los testigos de la espectacular cortina de humo. Entre algunos curiosos, se mantenía la expectación por ver cómo acababa. Mientras que el nerviosismo se había instalado entre los propietarios de embarcaciones amarradas en el puerto.

Los servicios de extinción permanecieron refrescando la zona y asegurándose de que las llamas no se pudieran reavivar. Unos 45 minutos después de llegar al lugar del siniestro, los bomberos dieron el incendio por extinguido. Sobre las once de la mañana, regresaron al parque central.