Un conocido clan familiar se presentó el pasado miércoles ante el Juzgado de Violencia contra la Mujer, en la cuarta planta del edificio de Vía Alemania, vestido de luto riguroso. La tensión era palpable y las 15 persones empezaron a perder los nervios. De hecho, un vigilante de seguridad se personó allí para evitar que los ánimos se caldearan. Los gritos y reproches de unos y otros eran continuos. Al parecer, la mujer de uno de ellos fue sorprendida con otro hombre. El marido supuestamente habría amenazado a su esposa y ella le denunció por malos tratos. Más allá de la justicia ordinaria, la única solución que ellos contemplaban para que la cosa no fuera a mayores era el destierro de la nueva pareja. Pero no se llegó a consumar.
El peligro de correr esposado
Durante el juicio que se ha celebrado durante estos días en la Audiencia Provincial por las presuntas lesiones de un guardia civil a un detenido llamó especialmente la atención la versión del acusado. El agente rebatió la acusación y apuntó a que el arrestado echó a correr con las manos esposadas a la espalda. El funcionario hizo hincapié en la dificultad que tenía para mantener el equilibrio en esta situación. De hecho, el funcionario estableció una similitud futbolística con la supuesta caída del arrestado en la que se habría golpeado con un coche: "Fue como si se hubiera lanzado en plancha a rematar un córner", puntualizó.
El alegato de Subirán
La encendida exposición del fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán en el juicio en la Audiencia Provincial contra cuatro agentes de la Policía Local por presuntas torturas a un detenido por dar positivo en alcoholemia sigue levantado ampollas en el Cuerpo. En una fase de su alocución, Subirán arremetió contra la equipación de los agentes. "Armados hasta los dientes, con chalecos antibalas, que casi no se podían mover", apostilló. "Todo esto para una alcoholemia", recalcó. La justificación de tres acusados de que la patada de un oficial al detenido fue sorpresiva también le soliviantó. "Si no actuaron porque les pilló por sorpresa ¿cómo actuan cuándo se produce un robo?", se cuestionó el fiscal
"La ´reina´ está en la hamaca"
Agentes de la Policía Local repetían un mensaje machaconamente después de ser alertados por unos bañistas por una invasión de abejas en plena playa. "La reina está en la hamaca", subrayaron una y otra vez. En realidad, se referían a la abeja reina, que había buscado cobijo allí. Sus súbditos la siguieron y despertaron el temor entre los bañistas. Los agentes informaron a los bomberos para que se hicieran cargo de este insecto protegido, pero no había colmena por ningún lado. El enjambre de abejas siguió a la reina donde fuere, aunque su destino no estuviera claro.
Daños colaterales del fuego
El pasado viernes se declaró un incendio forestal muy próximo a la calle Ramón de Moncada de Santa Ponça. Bombers de Mallorca y una brigada del Ibanat trabajaron a destajo y a las diez y media de la noche se dio por extinguido. La alerta dada ayer hacía referencia a que el plástico de los cables se habían derretido y algunos de ellos habían quedado muy afectados.
No soplar también es delito
Un conductor ebrio daba acelerones y frenazos del coche en la calle Trafalgar de Palma sin sentido alguno. Una patrulla de la Policía Local fue a haberle la prueba de alcoholemia y él se negó. Fue detenido y cuando por fin sopló dio 1,40. Ya había sido arrestado antes por desobediencia.
