La fiscalía reclama penas que suman 31 años de prisión para un hombre acusado de violar y abusar sexualmente de tres niños, de 10 y 13 años de edad, en 2010 y en el verano de 2013 en dos domicilios en Palma y s'Arenal. El sospechoso, español de 46 años que padece una discapacidad mental leve, supuestamente se aprovechó de la relación de confianza que existía con las familias de dos de los menores para aproximarse a ellos y forzarlos. En uno de los casos, incluso consiguió que la madre de una víctima le dejara hacer de "canguro" de sus hijos. Así, cuando presuntamente estaba al cuidado de los niños en una casa donde tenía alquilada una habitación en Palma, convenció al mayor de los hermanos, de 10 años, para que le acompañara al dormitorio. Allí, presuntamente le desnudó, él también se quitó la ropa y empezó a realizarle felaciones y a masturbarle. Además, trató de violarle.

Estos episodios, según el fiscal, se repitieron una o dos veces por semana durante un periodo de cuatro semanas entre los años 2010 y 2011.

Por otro lado, el procesado, que actualmente está encarcelado, volvió a actuar a mediados de agosto de 2013 pero con otros dos niños de 13 años. Cuando estuvo a solas con uno de ellos en la habitación de un domicilio, le atacó por detrás en el momento en el que este recogía unos cables para conectar la videoconsola. Le cogió del brazo y lo arrojó sobre la cama boca arriba. Acto seguido, le sujetó los brazos, se puso encima de él y le besó en la boca. Luego, le inmovilizó con el antebrazo sobre su cuello, mientras con la otra mano le iba tocando. Según la versión del ministerio público, empezó por el pecho hasta llegar a sus genitales. En otras ocasiones, sin que utilizara la violencia, el supuesto pederasta le sometió a tocamientos en los glúteos y los genitales por encima de la ropa.

Tras la agresión al niño, este logró huir de la vivienda, pero entonces el hombre supuestamente forzó a su amigo, también de 13 años, cuando este regresó a la habitación. Según la fiscalía, prevaliéndose de la abismal diferencia de edad, le cogió con sus brazos por la espalda, le tiró en la cama, se le puso encima y le tocó los glúteos por debajo del pantalón y de los calzoncillos. Cuatro años antes, entre 2009 y 2010, esta última víctima, entonces con 9 años, ya sufrió abusos sexuales cuando acudía a casa de su abuela en s'Arenal, donde también vivía el acusado.

El fiscal le acusa de cinco delitos: dos de agresión sexual y tres de abuso sexual continuado. La Audiencia de Palma juzgará al hombre la próxima semana. Según la acusación pública, el varón sufre una discapacidad mental leve y una dependencia al alcohol grave, lo que disminuía en esas fechas sus facultades intelectivas y volitivas, sin llegar a anularlas.