El agente de la Guardia Civil de Tráfico arrollado por una furgoneta la tarde del jueves, en la incorporación de la autovía del Llevant a la Vía de Cintura, cuando había acudido a asistir a las víctimas de un accidente no pudo superar las graves lesiones que tenía. José María del Olmo Gago, de 42 años, murió ayer de madrugada en Son Espases poco después de ser operado de urgencia.

El trágico accidente ocurrió a las 19.40 horas del jueves en el kilómetro 3, 300 de la MA-19, justo antes de la incorporación a la Vía de Cintura procedente del Aeropuerto. Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico se desplazaron rápidamente hasta el lugar para regular la circulación al haberse producido un siniestro en este lugar conflictivo.

José María del Olmo se aproximó a la ventanilla donde estaba un implicado en el accidente y conversó con él. Al parecer, el agente dio un paso atrás sin percatarse de que una furgoneta se aproximaba a gran velocidad al lugar donde se encontraba.

El conductor del vehículo no pudo evitar al guardia civil y lo atropelló. Nada más arrollar al agente, el hombre de 48 años que iba al volante de la furgoneta detuvo la marcha y se mostró visiblemente afectado por lo ocurrido. El chófer dio negativo en la prueba de alcoholemia y drogas y no se le imputó ningún delito.

El agente del Instituto Armado permanecía inmóvil tendido en la calzada. Sus compañeros se percataron de inmediato de la gravedad de su estado y avisaron a los servicios de emergencia. Una UVI móvil del Ib-salut se desplazó rápidamente hasta el lugar y las asistencias sanitarias le atendieron allí mismo.

Los facultativos intentaron estabilizar sus constantes vitales de cara a su inminente traslado a un centro sanitario. Otros agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil escoltaron a la UVI móvil en el trayecto a Son Espases para agilizar la llegada de su compañero a las instalaciones del hospital.

Conmoción en el Cuerpo

José María del Olmo ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de referencia de Balears. Debido a su delicado estado de salud, el personal médico le preparó para ser intevenido quirúrgicamente de urgencia.

Pese a la operación, el agente de la Guardia Civil de Tráfico no pudo superar la crítica situación. Sobre las dos y cinco de la madrugada de ayer se certificó su defunción.

La muerte de José María del Olmo Gago, de 42 años, en acto de servicio provocó ayer una profunda consternación en el Cuerpo. El agente fallecido ayer estaba casado y tenía dos hijos: un niño de siete años y una niña de doce. Aunque natural de Santander, toda su carrera profesional en la Guardia Civil la había desplegado en Mallorca.

José María del Olmo Gago ingresó en la Guardia Civil en el año 2000. Nada más salir de la Academia, su primer destino para hacer prácticas era la localidad mallorquina de Algaida. Durante cuatro años estuvo destinado en el cuartel del Pont d'Inca. Había fijado su residencia en este núcleo de Marratxí. En mayo de 2006 se incorporó a la Agrupación de Tráfico hasta su fallecimiento ayer.