La Audiencia de Palma ha condenado a una de las tres cabecillas de un grupo organizado de descuideros de origen rumano que supuestamente se dedicaban a desvalijar a turistas en la playa en s'Arenal durante el verano de 2013 y también a uno de sus miembros, mientras que el resto de los integrantes se encuentran fugados de la justicia.

La principal sospechosa aceptó ayer una pena de un año de prisión por un delito de grupo criminal y por amenazas, ya que captó a una joven compatriota rumana en Barcelona, junto con otros dos líderes del grupo, y le ofrecieron un falso puesto de trabajo en un bar en Palma. Una vez en la isla, la obligaron a robar a los turistas bajo amenazas de muerte y de violar a sus hijos. La imputada la controlaba siempre. El otro acusado aceptó seis meses de cárcel por grupo criminal por vender los objetos sustraídos.