Un hombre de 43 años, vecino de Moraleja (Cáceres), falleció anoche tras recibir varias cornadas durante la lidia tradicional del toro de San Juan en el marco los Sanjuanes de Coria, declarados de Interés Turístico Nacional.

El hombre resultó cogido alrededor de las 20:30 horas durante la lidia en la plaza de toros de un ejemplar con el hierro de Luis Algarra, de nombre "Guapetón".

Al parecer, al aficionado no le dio tiempo a protegerse completamente por los barrotes, momento en el que fue empitonado por el toro.

Según ha informado el Ayuntamiento de Coria por medio de un comunicado, M.C.B, de 43 años y vecino de Moraleja, presentaba al llegar a la enfermería fija una cornada abdominal con trayectoria transversal de 30 centímetros y evisceración completa y trayectoria ascendente de 45 centímetros, que rompió el diafragma y penetró en la cavidad torácica.

Además, sufrió otra cornada en región inguinal con trayectoria interna, una tercera ascendente y un traumatismo craneoencefálico. El herido entró en la enfermería en estado de shock traumático y en parada cardiorespiratoria.

Tras una primera intervención quirúrgica de urgencia en la enfermería, fue trasladado al hospital Ciudad de Coria, donde falleció mientras era nuevamente intervenido.

Segunda víctima mortal en Tarragona

Un vecino de l'Ampolla falleció ayer en el hospital Verge de la Cinta de Tortosa, al que había sido trasladado por las heridas que le produjo el pasado lunes un toro durante la fiesta mayor de Sant Joan del municipio.

Los hechos, según ha explicado a Efe el alcalde de la localidad, Francesc Arasa, sucedieron durante la celebración de un toro embolado, en la plaza portátil, cuando uno de los animales se giró hacia el hombre, de casi 80 años y muy aficionado y asiduo a los toros, y le embistió.

"El toro le dio dos cornadas y las perforaciones, aun cuando en principio no le afectaron ningún órgano vital, le provocaron una importante pérdida de sangre", ha informado el alcalde.

El hombre fue trasladado al centro hospitalario de Tortosa, donde, pese a las transfusiones y a la atención recibida, no se pudo recuperar y ayer murió.

Al conocer el desenlace del suceso, el Ayuntamiento de l'Ampolla ha suspendido los actos taurinos que quedaban por celebrar, previstos para esta tarde, último día de las fiestas.

L'Ampolla había acaparado especialmente la atención este año tras la sentencia judicial que, a raíz de la denuncia de una entidad animalista, considera excluida de la ley la modalidad de "toros al mar" que se venía celebrando en el puerto de la localidad, como también se hace en Les Casas d'Alcanar.

L'Ampolla, como habitualmente, obtuvo la correspondiente autorización para celebrar toros en la plaza, con la particularidad de que este año, ante el pronunciamiento judicial, el recinto donde tienen lugar no tenía un tramo abierto al mar por donde los años anteriores saltaban los toros, sino que todo el perímetro estaba cercado.

Y, además, por si se diera la circunstancia de que un animal cayera al agua si cedía alguna de las vallas, se colocó una segunda barrera formada por una fila de boyas dentro del agua, atendiendo al requisito normativo de que todos los actos taurinos se celebren en recintos cerrados.