Los alumnos de una autoescuela de Palma se presentaban al examen teórico vestidos de negro para disimular los cables de los micrófonos y las videocámaras que llevaban escondidos. Eran extranjeros con escasas nociones de castellano y utilizaban estos aparatos para que su profesor les indicara a distancia las respuestas correctas. Según la Policía, habían pagado entre 3.000 y 5.000 euros al dueño del negocio por el amaño de las pruebas. Tanto él como tres de sus clientes, de nacionalidad marroquí, han sido detenidos ahora acusados de revelación de secretos y falsedad documental.

El principal acusado regenta Autoescuela Paco, cuyas oficinas están en la barriada palmesana de Son Gotleu, y ya fue condenado en 2013 por un fraude similar. La Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la Policía Nacional comenzó a investigarle de nuevo a principios de este mes. Una información confidencial señalaba que un marroquí había aprobado la prueba teórica del carné de conducir a pesar de que sabe ni hablar ni escribir en castellano. Los agentes sospechaban que había utilizado algún ardid y pusieron en marcha las pesquisas.

Los investigadores averiguaron que la mayoría de los clientes de la autoescuela tenían el mismo perfil y lograron aclarar que utilizaban un sofisticado sistema para superar la prueba en connivencia con su profesor. Los alumnos se presentaban al examen con pequeñas cámaras de vídeo, micrófonos y auriculares conectados a un teléfono móvil para poder mantener una videoconferencia. Así, cuando el alumno recibía las preguntas contactaba con el dueño de la autoescuela, quien podía ver en directo el test e indicarle las respuestas correctas. Los aspirantes habrían pagado previamente entre 3.000 y 5.000 euros sin posibilidad de recuperarlos en caso de que suspendieran el examen.

Las pesquisas de la Policía han culminado esta semana con la detención del profesor, un español de 57 años, y de tres marroquíes de 26, 30 y 34 que supuestamente habrían utilizado este modus operandi para conseguir el carné de conducir. Los cuatro están acusados de delitos de descubrimiento y revelación de secretos y falsedad documental. Los agentes no dan el caso por cerrado y continúan realizando gestiones ante las sospechas de que este sistema ha podido ser utilizado en más ocasiones e incluso en otras autoescuelas de la ciudad.

El dueño de Autoescuela Paco y fue detenido en una investigación similar en 2003. En aquella ocasión, los alumnos entregaban sus pasaportes, en los que colocaban las fotografías de personas con grandes conocimientos que se presentaban a las pruebas teóricas en su nombre. Un juzgado de lo penal de Palma le condenó en 2013, junto a otras 14 personas, por un delito de falsificación de documento oficial.