Un juzgado penal de Palma ha condenado a tres años de prisión a un hombre de mediana edad que pagó a tres menores, de entre 14 y 16 años, todas ellas residentes en un centro de protección al estar tuteladas por el Consell de Mallorca, a cambio de tener sexo con ellas en el verano de 2014. Los hechos tuvieron lugar entre los meses de julio y agosto del pasado año en un gimnasio de la ciudad del que entonces era socio el sospechoso y también en su propio coche.

El varón ofreció a las adolescentes pequeñas cantidades de dinero como 20, 10 u ocho euros para que ellas accedieran a diversas prácticas sexuales en tres ocasiones distintas.

El acusado, español de 45 años, confesó los cargos ayer al mediodía ante el magistrado y se declaró autor de tres delitos de corrupción de menores. Los tres años de cárcel con los que se conformó en la sede judicial de Vía Alemania se le sustituyen por una multa de seis años con una cuota diaria de seis euros. Además, el hombre deberá pagar otra sanción, por lo que la cantidad total que ayer se le impuso supera los 18.300 euros.

El inculpado también tiene prohibido aproximarse a menos de 300 metros del domicilio, centro de estudios, puesto de trabajo o lugares conocidos de esparcimiento de las tres víctimas, así como tampoco comunicarse con ellas por cualquier tipo de procedimiento por un periodo de cuatro años.

Los hechos se remontan al verano de 2014 cuando el sospechoso respondió a un anuncio publicado en una página de Internet en el que una chica buscaba trabajo como limpiadora de hogar o cuidadora de niños. Con la excusa de contratarla como limpiadora, se citó con ella y le propuso ir a un gimnasio de Palma, del que en aquellas fechas él era socio. Según la fiscalía, el hombre conocía que la adolescente tenía 16 años y residía en un centro de protección de menores. Pese a ello, le ofreció 20 euros a cambio de tener relaciones sexuales completas con penetración incluida. La perjudicada accedió y recibió la cantidad acordada. Luego, ambos se intercambiaron sus números de teléfono para tener otras citas posteriores.

Así, días después, el acusado volvió a quedar con la víctima, que se hallaba junto a una compañera del centro de menores, otra adolescente de 14 años. El hombre en esta ocasión les ofreció acudir los tres al gimnasio para tener sexo a cambio de dinero. Las dos menores accedieron y mientras una le practicó una felación, la otra concluyó masturbándole. Tras estas prácticas, el imputado les dio diez euros a cada una.

Por último, en agosto de 2014, el corruptor de menores se citó de nuevo con la primera perjudicada y le pidió que acudiera con otra amiga. Finalmente, se vieron en la zona de Son Moix donde la joven se personó con otra compañera del centro de protección, de 15 años, quienes subieron a su coche. Allí, la tercera víctima masturbó al hombre a cambio de ocho euros.