Un gran estruendo sorprendió ayer a mediodía a los vecinos del Molinar. La terraza de una casa situada en primera línea se derrumbó totalmente y quedó reducida a escombros sobre la acera. Todo quedó en un susto y no hubo que lamentar daños personales. Los bomberos acordonaron la zona y estaba previsto que operarios de EMAYA retirasen los restos, equipados con trajes especiales por la presencia de fibrocemento -un material considerado peligroso- en los cascotes.

El suceso ocurrió al mediodía en una vivienda unifamiliar situada en el número 207 de la calle Vicari Joaquim Fuster. "Ha sonado como una explosión. Pensaba que era la televisión, pero luego he visto que toda la terraza estaba se había venido abajo", explicaba una vecina. Ni en el domicilio afectado ni en los dos colindantes había nada en ese momento.

Al lugar acudió una dotación de los Bombers de Palma, que comprobó que el derrumbe no había afectado a ningún peatón. También se aseguraron de que ningún otro elemento del edificio corriera riesgo de venirse abajo, tras lo que acordonaron la entrada a la finca y dieron aviso a EMAYA para que retirase los escombros.

El primer operario de la empresa municipal que acudió al lugar se dio cuenta de que entre los cascotes había piezas de fibrocemento, un material considerado peligroso y que debe ser retirado con mucha precaución. "Normalmente vendría una excavadora a llevarse los restos, pero esto hay que tratarlo con cuidado porque es tóxico", señaló el empleado. Así, estaba previsto que un grupo de trabajadores equipados con trajes especiales para manipular este material acudiera al lugar para retirar los restos de la terraza y despejar la zona.