El armador del Sorrento comunicó ayer a las autoridades marítimas españolas su interés en que fuera trasladado hasta los astilleros de Sagunto. El incendio declarado el martes en el buque de la naviera Grimaldi, operado por Acciona, no ha afectado a las cubiertas inferiores del foco del fuego. Este dato mitiga el riesgo de un vertido del combustible y hace que sea más viable el remolque a un puerto para la extracción del fuel y su posterior reparación.

Las inspecciones realizadas el jueves y ayer viernes por los equipos de salvamento confirmaron el buen estado del interior del barco siniestrado. Los daños que causó el fuego en la parte inferior fueron de menor consideración de lo inicialmente previsto.

La naviera Grimaldi ha contratado a la empresa holandesa Smit Salvage, especializada en rescate de buques, para que se encargue de acondicionarlo de cara a su inminente traslado al puerto levantino de Sagunto.

Los especialistas estaban pendientes ayer de la llegada de una serie de equipos imprescindibles para realizar su tarea con todas las garantías. Su misión en el buque era tratar de sofocar cualquier fuego en el interior y, sobre todo, rebajar las elevadísimas temperaturas -que oscilaban entre 70 y 200 grados- de la parte superior del barco.

Precisamente, la cubierta superior del Sorrento se desplomó debido a las altísimas temperaturas que se registraron. El fuego se inició en la bodega numero cuatro y las llamas fueron ascendiendo. Un total de 157 personas, entre pasajeros y tripulantes, fueron rescatados. Las primeras hipótesis apuntan a que el incendio se pudo iniciar por un cortocircuito en un camión frigorífico.

Mientras, la carga contenida en las otras bodegas no había sufrido daños de especial consideración. Por este motivo, los expertos se encargarán de estabilizarla y redistribuirla, si fuera preciso, para afrontar su remolque a puerto con todas las garantías.

Minimizar riesgos

Según precisó Fomento, el armador del buque siniestrado el martes en aguas mallorquinas se comprometió con las autoridades marítimas españolas a realizar todas las operaciones para acelerar el remolque en el menor tiempo posible. La naviera también recalcó su intención de minimizar los riesgos de vertido durante el traslado del Sorrento.

El barco siniestrado continuaba ayer a unas 18 millas de Dragonera. El buque de Salvamento Marítimo Clara Campoamor se encontraba en la zona y se encargaba de supervisar cómo se producirá el remolque en los próximos días. Se trata de la embarcación más grande de la sociedad pública y la que está mejor provista para combatir la contaminación marítima en caso de que se produjera un vertido del combustible almacenado en los depósitos.

El Sorrento continuaba ayer amarrado al remolcador Gianemilio C, contratado por la propietaria del barco, en la zona donde se produjo el incendio. Las ligeras oscilaciones de las dos embarcaciones tenían como objetivo sostener la tensión del remolque para mantenerlo en las mejores condiciones en el momento del traslado del buque.

Por su parte, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil estableció un perímetro de seguridad en torno al Sorrento para evitar que ninguna embarcación se aproximara a las inmediaciones del buque siniestrado mientras cubría la línea entre Palma y Valencia.

La Guardia Civil desplazó a la patrullera de mayor eslora de toda su flota en Balears, la Río Cervantes, para que permaneciera en el lugar todo el tiempo que fuera preciso.

Los efectivos del Instituto Armado realizaban un control exhaustivo de todas las personas que subían al barco para supervisar sus labores en el interior y no interfirieran en la investigación sobre el origen del siniestro.