Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Los antecedentes

El fuego también calcinó otros buques en aguas de Mallorca

En los últimos 75 años más de una decena de navíos de todo tipo han sufrido los estragos causados por las llamas y algunas de estas embarcaciones acabaron por hundirse

La embarcación de Salvamento Marítimo ´Marta Mata´ sofoca un incendio en una lancha en la Bahía de Palma. Manuel r. aguilera

Los incendios en los barcos no son algo habitual, sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos y del desarrollo de las normativas en todo lo referente a la seguridad marítima y más concretamente de las medidas contraincendios, aún se producen algunos siniestros de este tipo como el ocurrido al Sorrento. Antiguamente también ocurrían de vez en cuando. Estos son algunos de los más importantes acaecidos en aguas mallorquinas en los últimos 75 años.

El Cala Bona, un motovelero de la Naviera Mallorquina que el 24 de octubre de 1944 estaba en ruta de Palma a Maó, sufrió un incendio a unas siete millas de Llucalcari cerca de la costa sur de Menorca. Debido a la naturaleza de su cargamento (carbón y carburantes), el fuego se propagó rápidamente. Sus siete tripulantes tuvieron que abandonar la nave en el bote de salvamento y llegaron sanos y salvos a la cercana costa menorquina. La embarcación se hundió.

El 16 de julio de 1946, el Mallorca, buque perteneciente a la compañía Trasmediterránea, sufrió un incendio cuando estaba atracado en el espigón exterior de Moll Vell de Palma. El fuego se inició en la bodega número 2 y las llamas adquirieron rápidamente una gran magnitud. Numeroso público se congregó en el paseo de La Riba para ver las labores de extinción. Se consiguió sofocar inundando la citada bodega.

Las operaciones de extinción duraron hasta el día siguiente, aunque el buque no sufrió grandes daños estructurales.

A finales de septiembre de 1948 un percance muy parecido ocurrió en el Rey Jaime II, también de Trasmediterránea y en el puerto de Palma. En este caso el fuego se inició en la bodega número 1, donde apareció una densa humareda. Los bomberos volvieron a inundar la bodega y el fuego fue extinguido, no sin antes haber causado la natural expectación.

El 5 de septiembre de 1962 el puerto de Palma volvió a ser testigo de un incendio, en esta ocasión fue el motovelero de la Naviera Mallorquina Cala Llonga. Para su extinción se lanzó tanta agua que acabó hundiéndose, posteriormente fue reflotado y volvió a entrar en servicio.

El 20 de febrero de 1965 el motovelero Cala Mondragó sufrió un incendio a la entrada del puerto de Alcádia, a consecuencia del cual tuvo que ser reparado en Palma.

Apoyo de los marines

El 26 de Junio de 1969 nuevamente fue el Mallorca el que sufrió un aparatoso incendio. El buque se hallaba atracado inactivo junto a la curva de Pelaires, estando abarloado a él el Ciudad de Alicante, que fue rápidamente apartado. El fuego se inició cerca del puente de mando y pronto tomó importantes proporciones. En su extinción tomaron parte además de los bomberos, personal de la armada y del buque de guerra estadounidense Opportune, que se hallaba en Palma. Finalmente, el Mallorca debido al agua lanzada escoró peligrosamente. Pero las bombas de achique funcionando a pleno rendimiento le salvaron de lo peor. El buque fue seriamente dañado, pero, reparado, volvió a navegar.

De similares características y curiosamente en el mismo lugar fue el incendio que sufrió otro barco de la Trasmediterránea, el Ciudad de Valencia, el 8 de noviembre de 1975. Las llamas se iniciaron en el salón bar y se propagaron rápidamente a otras dependencias. También, como en el caso del Mallorca, intervino personal de la armada y de la marina norteamericana perteneciente al portahelicópteros Inchón atracado en el puerto. Pero en esta ocasión el Ciudad de Valencia no tuvo tanta suerte, pues al final quedó semi-hundido de costado, y estuvo bastantes meses en esta posición hasta que finalmente fue recuperado. Su imagen se hizo muy familiar en la curva de Portopí.

En diciembre de 1976, debido a un incendio en la sala de máquinas, se hundió cerca de Cala Figuera el Cala Madrona, que antaño había pertenecido a la Naviera Mallorquina, y en el momento de su hundimiento se dirigía a las islas Canarias adonde iba a realizar una serie de cruceros turísticos, su tripulación fue salvada por el Ciudad de Ibiza.

Los incendios de navíos en la Bahía de Palma también han afectado directamente a barcos de guerra de la armada estadounidense. Así, el 25 de abril de 1978 el buque de la VI Flota Concorde sufrió un incendio en una de sus bodegas. Un total de 105 marines resultaron intoxicados por inhalación de humo.

Hundido en el Dique del Oeste

El 13 de diciembre de 1989 un incendio brotó en el buque Menorca, un pequeño buque de pasajeros que había pertenecido a Isnasa y que entre otras rutas, había realizado la que une Cala Rajada con Ciutadella y que estaba abarloado e inactivo junto al Playa Dorada y el Karelia. Los tres atracados en la cerca de la esquina que hay entre la primera y segunda alineación del Dique del Oeste del Puerto de Palma. A pesar de todos los esfuerzos, el Menorca acabó hundiéndose allí mismo.

Finalmente, en diciembre del año 2000 y a unas cinco millas de Cala Rajada se hundió debido a un incendio el pesquero Antonio Cid II. Hubo que lamentar la muerte de uno de sus tripulantes y otros nueve sufrieron heridas de diversa consideración,

En otro orden de cosas, el desguace se hizo mediante incendio intencionado de algunos de los motoveleros de la Naviera Mallorquina a mediados de los años sesenta frente a ses Penyes Rotges. De esta manera desaparecieron los Cala Contesa, Cala Galera, Cala Castell, Cala Bendinat, CalaD´or, Cala Encantada, Cala Llonga, Cala Marsal y Cala Portals, que acabaron allí sus días de mar.

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