El ferry Sorrento que el martes se incendió cuando cubría la ruta entre Palma y Valencia transportaba en sus bodegas 123 camiones, la mayoría vacíos, además de otros doce vehículos.

Según manifestó ayer la ministra de Fomento, Ana Pastor, la nave llevaba en la zona de garaje 98 camiones vacíos y otros 25 cargados. Varios de ellos no disponían de cabeza tractora, por lo que eran plataformas o remolques. Esta elevada cifra de vehículos pesados explica que la mayoría del pasaje, una setenta, eran transportistas que habitualmente cubren la ruta entre Valencia y Mallorca para abastecer a la isla de productos perecederos.

Fuentes de la compañía Trasmediterránea se refirieron también a la carga que transportaba el buque Sorrento y especificaron que retornaban un centenar de equipos vacíos (remolques y camiones) que a diario se desplazan a Mallorca desde la península con productos frescos y mercancías convencionales. Una vez descargan el género en superficies comerciales de la isla, los transportistas regresan al puerto de Palma para volver otra vez a su punto de origen, Valencia, por vía marítima.

La naviera informó de que en este tipo de embarcaciones mixtas de pasajeros y carga no transportan mercancías especiales, ya que estos productos son trasladados en un buque dedicado solo a la carga. Además, rechazaron que llevara en las bodegas animales como caballos, con la excepción de mascotas.

En el caso de la nave incendiada, la compañía Trasmediterránea apuntó que no viajaba ningún animal doméstico.

Además de los 123 camiones que albergaban las bodegas del barco siniestrado, en una de las cuales se inició el voraz fuego, también había otros doce vehículos en el garaje: siete turismos, cuatro furgonetas y una motocicleta.

A la espera de que los expertos realicen una valoración sobre los bienes que han quedado destruidos, los especialistas avanzaron ayer que los daños provocados por el fuego son millonarios.

Ahora, se iniciará un lento proceso en el que las compañías aseguradoras dirimirán qué es lo que cubren o no. Las empresas discutirán las indemnizaciones que deben recibir los perjudicados por las pertenencias que han perdido. El caso podría acabar en los juzgados con demandas por la vía civil. Y si la Guardia Civil concluye que hay responsabilidad penal en los hechos, un juzgado de instrucción abriría diligencias e investigaría lo ocurrido. El martes pasado, fue informado el juzgado de guardia de Palma del incendio en el buque.