Caso Abierto - Diario de Mallorca

Caso Abierto - Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Atropello

"Si no hacen una pasarela, tarde o temprano morirá alguien"

Carlos Conde se recupera en una clínica de Palma después de que el tren de Sóller le lanzara a cinco metros de distancia tras cruzar las vías con su perra

Carlos Conde come, ayer, en la UCI de la clínica de Palma donde se recupera de las heridas tras ser atropellado por el tren de Sóller.

Carlos Conde aceleró el paso la tarde del martes al ver que un coche le pitaba incesantemente cuando paseaba con su perra Noa junto a las vías del ferrocarril. Este hombre, de 48 años, pensó que el automovilista le estaba hostigando y no se percató de que, en realidad, el conductor del vehículo trataba de advertirle de la inminente llegada del Tren de Sóller. Al tratar de cruzar, el convoy le golpeó con violencia a él y al animal. Ambos quedaron momentáneamente inconscientes. El golpe le causó la rotura de seis costillas y un traumatismo craneoencefálico del que se recupera en una clínica de Palma.

A raíz del accidente que sufrió, este empleado de la construcción desempleado tiene previsto remitir una queja al Ayuntamiento de Palma para que construyan un paso elevado al tren o de manera subterránea. "No es lógico que en pleno siglo XXI haya que cruzar las vías. Si no construyen una pasarela o lo hagan bajo tierra, tarde o temprano va a morir alguien", augura.

Sobre las ocho y veinte de la tarde, Carlos Conde llevaba puesto los auriculares cuando paseaba con su perra por la intersección de las calles Tomás de Villanueva y Concordia. No obstante, la víctima del accidente asegura que "podía oír los ruidos. Oí el claxon del coche que venía por la derecha", recalca.

Pese a los reiterados toques de claxon, no se percató de que el tren se le acercaba peligrosamente. "Es un paseo que hago habitualmente todas las semanas. Lo hago cuando voy al gimnasio y, en ese momento, quería llevar a la perra al parque de la Riera", apunta.

A su juicio, ese tramo es especialmente peligroso. "Una vez que te metes, no hay escapatoria. No hay acera, pasan los coches en dos carriles separados y el tren en los dos sentidos", indica.

El maquinista, al parecer, no tuvo opción. Pese a que el tren de Sóller circulaba a escasa velocidad al adentrarse en casco urbano, no pudo detener a tiempo el convoy en cuanto vio al hombre y su perro en mitad de las vías. "Intenté girarme y me golpeó. El impacto me lanzó a cuatro o cinco metros de distancia. Los guijarros me hicieron heridas en la cara y un traumatismo craneal", explica.

Seis costillas rotas

Estas contusiones se han saldado con una decena de puntos en la cabeza y seis costillas rotas de las que se recupera poco a poco. No considera que antes un mes pueda estar medianamente restablecido del impacto.

Otra de las quejas de Carlos Conde van dirigidas hacia el hospital de referencia de Balears: Son Espases. "Me han rechazado. Me dijeron que no me podían admitir y todavía no entiendo por qué", protesta.

Tras el accidente con el convoy, la víctima fue trasladada a una clínica palmesana donde se recupera en la UCI. "Me dijeron que lo tenía que pagar yo, pero el seguro del tren se ha hecho cargo".

Compartir el artículo

stats