El clan de 'Los Valencianos' había optado en los últimos tiempos por diversificar el 'negocio' y dedicarse al cultivo intensivo de marihuana en Mallorca. Varios compinches se encargaban de albergar las plantaciones en viviendas de la Part Forana que luego vendían en Son Banya. La Guardia Civil intervino 1.500 plantas y ha detenido al menos a cinco personas.

Las investigaciones se remontan al pasado mes de febrero. Agentes del Instituto Armado de Santa Margalida detectaron que un inmueble de Muro se había dedicado al cultivo masivo de marihuana. Las posteriores pesquisas de la Guardia Civil sirvieron para desvelar que otros domicilios de Mallorca también se utilizaban para albergar plantaciones de cannabis sativa. Así, constataron que se trataba de un grupo organizado dedicado al tráfico de esta sustancia.

El clan de 'Los Valencianos' dirigía todo este entramado desde Son Banya. Las conexiones se extendían a localidades mallorquinas tan distantes como Muro, Lloret y Petra.

A raíz de estas averiguaciones, la Guardia Civil activó la denominada 'Operación Macetitas'. El miércoles se activó la fase de explotación con el registro de seis domicilios. Un total de tres en Muro, uno en Petra, otro en Lloret y otro en Palma. Los agentes intervinieron 1.500 plantas de marihuana y 32 kilos de cogollos secos de esta sustancia listos para su venta a los consumidores.

Elevado consumo eléctrico

Un hecho que llamó la atención de los investigadores desde el primer momento fue el elevado consumo eléctrico que se registraba en determinados domicilios. La totalidad de los inmuebles captaban la electricidad por medio de enganches fraudulentos.

Todas las plantaciones contaban con un sofisticado sistema para favorecer su crecimiento en tiempo récord. Aparatos de aire acondicionado, humidificadores y lámparas. Todo ello se mantenía conectado prácticamente las 24 horas y generaba un elevadísimo consumo eléctrico.

El 'modus operandi' de esta organización consistía en alquilar viviendas en la Part Forana para albergar los cultivos. Cada cierto tiempo se mudaban para intentar evitar que les descubrieran.

Uno de los hechos que más llamó la atención de los investigadores de la Guardia Civil es que la organización contaba, incluso, con un servicio de vigilancia de las plantaciones. El objetivo era que nadie pudiera sustraer la marihuana cultivada en las viviendas reconvertidas en invernaderos.

Así, en un domicilio del carrer Major de Petra fue detenido uno de los vigilantes de la marihuana de esta organización. Se trata de un individuo de nacionalidad rumana y se le encontró en posesión de una pistola del calibre nueve corto. También contaba con un pitbull.

Además de las 1.500 plantas de marihuana y los 32 kilos de cogollos secos, la Guardia Civil ha intervenido en esta operación cuatro vehículos y 6.000 euros en efectivo. No se descartan que se produzcan nuevas detenciones.