El Tribunal Supremo detalla que uno de los denunciantes se negó a declarar y así lo confirmó su padre cuando indicó que su hijo se hallaba fuera del país y que no acudiría a declarar porque no estaba en condiciones de hacerlo. Mientras, el otro perjudicado realizó un acta de manifestaciones notarial, desdiciéndose de su inicial denuncia policial. En ella, el británico afirmaba que su letrado y otro guardia civil le habían aconsejado "como táctica de defensa" denunciar por malos tratos al sargento que había sido agredido en un pub de Palmanova. Según su versión, presentó la denuncia "como táctica de defensa", pero semanas después le comunicó a su abogado que la quería retirar. El inglés admitió que tuvo una pelea tras consumir alcohol y droga.