La desaparición del exinstructor de Marineland concluyó ayer de forma trágica en Son Sant Joan. Agentes de la Guardia Civil encontraron el cadáver de José Luis Barbero, de 59 años, en el interior de su coche en la cuarta planta del aeropuerto palmesano. Finalmente, efectivos del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se encargaron de investigar las causas de su muerte, al haberse encontrado el cuerpo en su demarcación.

Efectivos de Homicidios de la Policía Judicial de la Guardia Civil seguían ayer el rastro del exinstructor, especialista en mamíferos marinos, desaparecido el pasado martes cuando partió de su domicilio de El Toro, en Calvià. José Luis Barbero salió a las nueve de la mañana de su vivienda y aseguró a su esposa que iba a una supuesta reunión de trabajo. Desde entonces no se tenían noticias de su paradero.

Los investigadores del Instituto Armado se guiaron por la señal dejada por su teléfono móvil y las coordenadas apuntaban hacia el aeropuerto palmesano. En concreto, la triangulación indicaba que podría encontrarse en la cuarta planta del aparcamiento.

Sobre las doce y media del mediodía, los agentes de Homicidios de la Guardia Civil encontraron su Peugeot 407 de color negro estacionado en dicho aparcamiento. En el interior estaba el antiguo adiestrador de delfines del parque marino completamente inerte.

Sus homólogos de la Policía Nacional se encargaron de investigar las causas del fallecimiento de José Luis Barbero. Al parecer, la muerte le pudo haber sobrevenido por una intoxicación al inhalar el humo procedente del tubo de escape. No se encontraron señales que delataran la intervención de otra persona.

La jueza, el forense y agentes del Juzgado de Instrucción número cuatro de Palma se trasladaron hasta el aparcamiento del aeropuerto palmesano. Acto seguido, la magistrada ordenó el levantamiento del cadáver.

Operarios de los servicios funerarios se hicieron cargo del cuerpo y lo trasladaron hasta el Instituto Anatómico Forense. En la mañana del lunes está previsto que le sea practicada la autopsia para determinar con exactitud la causa de su muerte.

Un vídeo polémico

Se da la circunstancia de que, poco antes de su desaparición, José Luis Barbero se vio envuelto en una polémica por supuesto maltrato animal. En unas imágenes colgadas en redes sociales se le veía propinando aparentemente golpes a unos delfines. De hecho, un grupo de activista se manifestó en Palma en señal de protesta.

Sin embargo, desde Marineland negaron categóricamente que esas imágenes se correspondieran con la realidad. Desde el centro marino aseguraron que habían sido manipuladas.

José Luis Barbero había sido uno de los pioneros en Europa del tratamiento de niños discapacitados a través de la delfinoterapia. Desde la década de los ochenta, este instructor había trabajado en Madrid, Cataluña, Tenerife y, hasta el pasado mes de enero, en Mallorca. Durante su estancia en Florida (Estados Unidos) había apreciado los beneficios que aporta a los menores con discapacidad el contacto directo con estos mamíferos marinos y lo comenzó a implantar en Mallorca.